La antigua central térmica de Meirama puesta en marcha por Unión Fenosa hace 43 años ya es historia después de que Naturgy completase este martes el proceso de desmantelamiento de las instalaciones con el derribo de la caldera y sus equipos anexos.
 

La estructura de 126 metros de alto y más de 50 de ancho era la última que quedaba en pie luego de la voladura de la torre de refrigeración y de la gran chimenea, trabajos que comenzaron hace algo más de un año y que también resultaron espectaculares dada la gran envergadura de ambas moles, de 126 y 204 metros de altura, respectivamente.

La demolición de la caldera fue rápida, ya que la construcción se vino abajo en los pocos más de 5 segundos transcurridos desde la gran deflagración que provocaron los algo más de 1.200 kilos de explosivos colocados por los técnicos un puntos estratégicos de su base.

Bastante más tiempo llevará retirar las alrededor de 30.000 toneladas de chatarra a las que quedó reducida la estructura.
 

La voladura obligó a poner en marcha el necesario protocolo de seguridad, que incluyó medidas como el desalojo de las viviendas y del desguace situado en las inmediaciones de la antigua térmica, estableciendo un perímetro de seguridad de medio kilómetro de radio. 

Con este nuevo derribo se completa el desmantelamiento de la central térmica puesta en marcha en 1980 por Unión Fenosa.