La Festa da Carballeira de Zas no defraudó e incluso se superaron las expectativas. Si el viernes el orvallo amagó con estropear la velada, nada más lejos de la realidad. El público apenas notó el goteo incesante durante toda la noche y el sábado la lluvia ya era historia. Un sol de justicia, que obligaba a buscar una sombra en las horas centrales, y buena temperatura durante la noche. 

La jornada más familiar, con música y actividades dirigidas especialmente a los más pequeños como Uxía a Lambona e a Banda Molona, tampoco se olvidaba de la música tradicional, el germen de este festival. La Foliada a cargo de los grupos Churía, Os Petadores, Os Farrapos y Os Enxebres animaba a buen número de asistentes a tocar y bailar al ritmo de la música. 

En la feria de artesanía, más puestos que nunca, y en el apartado gastronómico, otro abarrote, con largas colas para esperar por los pedidos. La sesión de tarde remató con el grupo de Pandereteiras sen Fronteiras (Pan Sen Fron), que animó al público con sus melodías recogidas a lo largo de sus viajes musicales. Pero la fiesta no hacía más que empezar y llegaba la banda irlandesa de rock celta y tradicional Uncle Bard & the Dirty Bastards, que hizo bailar a una carballeira llena a rebosar como nunca. Tras un intenso pase, los compostelanos Ruxe Ruxe fueron los encargados de poner el broche de oro a esta edición número 38.