La Confederación Internacional de Sindicatos (ITUC, por sus siglas en inglés) anunció que ha retirado la confianza a su secretario general, Luca Visentini, por su supuesta implicación en la presunta trama de sobornos en el Parlamento Europeo vinculada a Catar y Marruecos.

En un comunicado, la ITUC informó de que su Consejo General se reunió para examinar un informe encargado en enero "sobre las circunstancias que rodearon las acusaciones contra Luca Visentini, incluidos los resultados de la auditoría externa", que "no encontró pruebas de que las donaciones de Qatar o Marruecos influyeran en las políticas o programas de la ITUC".

No obstante, "la reunión decidió que Luca Visentini ya no contaba con la confianza del Consejo General como Secretario General de la ITUC" y se ha decidido organizar un Congreso Mundial extraordinario tan pronto como sea posible, en el que se elegirá a un nuevo secretario general.

La presidenta de la ITUC, Akiko Gono, lamentó que la supuesta implicación de Visentini en esta trama "ha causado un daño significativo a la reputación" de la entidad y aseguró que "se han aprendido importantes lecciones".

"Estamos decididos a proteger a la ITUC de cualquier forma de influencia indebida, o incluso de la apariencia de tal influencia. Trabajaremos intensamente para introducir los cambios necesarios mientras seguimos luchando por los derechos de los trabajadores, la justicia social y la igualdad en todas partes del mundo", subrayó Gono.

Visentini fue uno de los primeros detenidos en diciembre de 2022 al desvelarse el alcance de la investigación de las autoridades belgas sobre esta trama y quedó suspendido como secretario general de la ITUC entonces.

Muy crítico con Catar hace una década, cuando denunciaba que allí se reducía a los trabajadores a la "esclavitud", las posturas del líder sindical fueron evolucionando con los años hacia posiciones mucho más amables.

El italiano, de 53 años, quedó en libertad con cargos imputado por corrupción y blanqueo, pero no por organización criminal como los principales implicados en la trama: el exeurodiputado socialdemócrata italiano y fundador de la ONG Lucha contra la Impunidad Pier Antonio Panzeri, su asistente Francesco Giorgi o la compañera de este último y exvicepresidenta del Parlamento Europeo, la socialdemócrata griega Eva Kaili.