El Calvo Basket Xiria continuará una temporada más en Liga EBA. En su tercera campaña al frente del banquillo carballés, Héctor Méndez ha logrado grandes resultados con el equipo. Su primer año como entrenador principal consiguió devolver al club a EBA, el año pasado mantuvo la categoría y este lo ha logrado superando el número de victorias del anterior faltando aún dos encuentros por disputar.
En la 2022/2023, el Xiria acabó la temporada con un récord de 11 victorias y 15 derrotas que les permitió salvarse a dos jornadas del final. En la presente campaña, a falta de los mismos partidos para que termine la liga, los carballeses llevan ya dos victorias más. “No contábamos con llevar 13 a falta de dos jornadas”, reconoce el técnico, Héctor Méndez, aunque afirma que su objetivo siempre fue “ganar el mayor número de partidos posible y quedar lo más arriba posible”. “La liga este año era un poco más competitiva por abajo, más igualada, y algo menos fuerte por arriba”, añade.
Tras la sensible salida de un jugador tan diferencial como lo fue Pau Isern la temporada pasada, en verano llegaron jugadores destinados a suplir su marcha como eran Nahuel Peña, Valentín Carrizo o James Potier.
Peña y Potier demostraron un gran nivel desde el principio, con el equipo ganado tres de los cuatro primeros partidos con ellos como principales protagonistas ofensivos.
Sin embargo, todo se empezó a torcer ya que la salida del club por motivos personales de Jovan Vukasinovic y la lesión de larga duración de Nahuel Peña dejó al equipo sin una referencia en el juego interior. “Nos quedamos sin grandes y tuvimos que rehacer todo, cambiar nuestra estrategia de juego. Aprendimos a vivir sin grandes”, afirma Héctor Méndez.
A estas dos bajas, hubo un período de tiempo en el que se unían más cada semana, todas ellas de carácter leve, pero que mermaban la calidad tanto de los entrenamientos como de los partidos del Basket Xiria, “tuvimos que tirar de cadetes para entrenar”, reconoce su entrenador.
En ese tiempo, los carballeses atravesaron su peor momento de la temporada, llegando a acumular seis derrotas de forma consecutiva.
Todo volvió a cambiar el día del derbi en casa contra el Culleredo, cuando el Xiria recuperó la senda de la victoria, la cual no dejó hasta siete jornadas más tarde, firmando una espectacular racha que les enganchaba a la zona media-alta de la clasificación.
Entonces dieron un paso adelante varios jugadores. Con James Potier manteniéndose como una de las principales armas ofensivas, Rubén Rey se destapó como el “pívot” que necesitaban, haciendo valer su calidad por encima de su tamaño, “Rubén es una constante, lleva más de 200 partidos en Liga EBA y siempre es capaz de sumar en ataque”, señala Méndez.
El otro jugador que se volvió imprescindible en la rotación carballesa fue Valentín Carrizo. El base argentino ha demostrado ser un jugador vital en “partidos apretados y momentos calientes” y que “ha crecido mucho de cómo empezó a cómo está acabando. Es un competidor nato”, dice de él su entrenador.
“Xiria es un equipo competitivo”, define Héctor Méndez, que dice tener como filosofía de su equipo un juego rápido, de transición, tiro y muchas posesiones. Algo que, sin embargo, se ha tenido que acentuar esta temporada debido a las lesiones de jugadores interiores, lo que provoca que “jugar mucho 5x5 nos va mal”.
El Basket Xiria ya ha superado la cantidad de puntos anotada la temporada pasada, aumentando su promedio en casi 6 por encuentro. Sin embargo “jugar a muchas posesiones también te expone más atrás” y su promedio de puntos recibidos también ha aumentado.
Al Xiria le quedan dos partidos, tan solo el de esta semana en casa, este sábado frente a Marín, para terminar de firmar una temporada que Héctor Méndez califica de “notable alto.”