Un hombre de 85 años acusado de matar a su cuñado ha alegado defensa propia y ha asegurado que la víctima se dirigió a él apuntándole con una escopeta y diciendo "voy a hacer limpieza, te voy a matar a ti y a tu hermana". "Yo le tenía miedo, mucho miedo", ha recalcado.
Lo ha hecho durante el juicio celebrado este viernes en la sección segunda de la Audiencia Provincial de A Coruña. Por unos hechos que se remontan a junio de 2019 en el domicilio familiar, en Cabana de Bergantiños, Fiscalía pide diez años de prisión, con la atenuante de legítima defensa. La vista se prolongará hasta el próximo martes.
"Le di con el palo del miedo que tenía, dije este me quiere matar"
"Le di con el palo del miedo que tenía, dije este me quiere matar", ha manifestado y ha insistido en que el fallecido "era muy bravo".
"No le di para matarle, no fue nada de eso, le quería muchísimo"
"No le di para matarle, no fue nada de eso, le quería muchísimo", ha explicado y ha reiterado que le golpeó "una vez sola, más no, un golpe mortal".
El acusado, según recoge el escrito de calificación fiscal, vivía en el citado municipio junto a su hermana y el esposo de esta, ambos octogenarios.
Sobre las nueve de la mañana del 5 de junio de 2019, cuando el procesado se encontraba en el cobertizo anexo a su vivienda dándole de comer a los animales, se presentó su cuñado "portando una escopeta con la que le apuntó, al tiempo que le manifestaba que los iba a matar primero a él y luego a su hermana, quien en ese momento se encontraba en el interior de la casa".
En estas circunstancias, se inició un forcejeo durante el cual el acusado intentó arrebatarle la escopeta a su cuñado, dándole un manotazo al arma que hizo que se cayera. Al volver a cogerla y apuntarle, cogió una barra de hierro de un metro de longitud y golpeó en la cabeza al familiar hasta desarmarle.
Fiscalía argumenta que, a pesar de ello, "y actuando con ánimo de atentar contra la vida" de su cuñado o, al menos, habiendo una "alta probabilidad de causarle la muerte, siguió golpeando repetidamente en la cabeza, tirándolo al suelo y ocasionándole la muerte".
Tras los hechos, el hombre retiró la escopeta a su cuñado, dejándola apoyada en el cobertizo, y dando su hermana aviso telefónico de lo sucedido a sus familiares, quienes se personaron en el lugar de los hechos acompañados de un médico y una patrulla de la Guardia Civil.
La defensa considera los hechos constitutivos de un delito de lesiones u homicidio preterintencional, con las eximentes completas de legítima defensa y miedo insuperable y la atenuante de confesión por lo que pide la libre absolución.
La acusación particular, por su parte, los califica como delito de asesinato con ensañamiento con el agravante de parentesco por el que pide 25 años de prisión. Contempla también la posibilidad de ser constitutivos de asesinato con alevosía, con 25 años de cárcel también o, en última instancia, delito de homicidio, con una pena en este caso de 15 años.