Hace años, que a un jugador del Deportivo lo pretendieran equipos de media Europa entraba dentro de lo normal; luego vinieron los tiempos de luchar con los pequeños y el mercado de fichajes pasó a hacerse más con carrito que con tráiler. Pero ahí está la cantera para que el club vuelva a sonar a nivel internacional. Eso sí, que a Yeremay no nos lo toquen.