El resurgimiento de las Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS) en Europa, que se enfrenta a un "máximo histórico" en las tasas de estas enfermedades, exige acción y colaboración inmediatas según indica un estudio del Hospital Germans Trias i Pujol --Can Ruti--, informa el centro hospitalario en un comunicado.
La publicación en 'The Lancet Regional Health - Europe' reunió a un grupo de expertos para estudiar las ETS emergentes y reemergentes en el continente e identificar los desafíos generales y específicos, una investigación que ha culminado en una serie de cuatro artículos.
Ha coordinado la serie el investigador del Hospital Germans Trias i Pujol Oriol Mitjà, en colaboración con el Institut de Recerca sobre la Sida (IrsiCaixa) y el Centre d'Estudis Epidemiològics sobre Infeccions de Transmissió Sexual i el VIH/Sida de Catalunya (CEEISCAT).
La región europea de la OMS registró un "máximo histórico" de 17 millones de casos notificados de ETS bacterianas en 2019, junto con un aumento del 49% en los nuevos diagnósticos de VIH entre 2010 y 2019, alcanzando un total de 1,5 millones de casos.
Tras investigarlo, los resultados indican que las regiones norte y oeste de Europa muestran tasas más altas por cada 100.000 habitantes, "posiblemente por la existencia de sistemas de vigilancia y notificación de casos más rigurosos".
También apuntan a que colectivos como migrantes, refugiados, trabajadores sexuales y hombres que tienen sexo con hombres, "todos con acceso limitado a servicios de salud, se convierten en poblaciones prioritarias para las políticas de control".
En cuanto a las soluciones, los investigadores consideran que las estrategias actuales para responder a los antimicrobianos "se están quedando atrás", cosa que enfatiza la necesidad de nuevos enfoques, como pruebas de diagnóstico rápidas para reducir el uso excesivo de antibióticos en caso de infección no confirmada.
SALUD PÚBLICA FUERTE Y MÁS VIGILANCIA, ENTRE LAS CONCLUSIONES
Las conclusiones de los cuatro artículos subrayan la necesidad de fortalecer los servicios de salud pública, así como de armonizar los sistemas de vigilancia y notificación y promover el acceso fácil y gratuito a estrategias de prevención y tratamiento.
Abordar determinantes estructurales como el acceso universal a los sistemas de salud y la reducción del estigma asociado a las ETS también figura entre las conclusiones del estudio, que insiste en que la implementar estas recomendaciones es esencial para lograr los objetivos de VIH y las ETS de la Agenda 2030.