Más dispositivos domésticos conectados a internet, más redes sociales, más servicios bancarios como Bizum, compras en línea, plataformas de televisión y música a la carta; España dio en 2021 otro importante salto hacia la digitalización.

Pero se ha estancado el teletrabajo, y el número de empleados que desempeñan su labor en remoto ha disminuido del 25 por ciento al que se llegó en 2020 a causa de la pandemia hasta el 11,8 por ciento el pasado año y se impone un sistema mixto.

Los datos se ponen de relieve en la nueva entrega del estudio “Navegantes en la Red”, que desde hace más de veinte años elabora la Asociación para la Investigación de Medios de Comunicación (AIMC) y en el que se radiografían los hábitos y las opiniones de los españoles sobre internet.

El estudio revela que el teléfono móvil es el protagonista para acceder a internet (el 92,5 por de los encuestados utiliza ese dispositivo), seguido del ordenador portátil (el 72 por ciento), el ordenador de sobremesa (52 por ciento), la tableta y el televisor, y en menor medida, con porcentajes mucho más bajos que los ya referidos, se usan para esa conexión el altavoz inteligente, relojes inteligentes, videoconsolas de sobremesa o los coches conectados.