Ni la lluvia ni el viento pudieron con la Feira das Fabas de Ponteceso. Las previsiones se cumplieron en cuanto a lo meteorológico, que anunciaban muy mal tiempo, y también sobre la fiesta. La carpa se llenó de comensales y se vendieron unas 700 raciones. Prácticamente se agotaron y teniendo el cuenta el mal tiempo, el éxito todavía es mayor, tal como reconocían desde el Gobierno local. 

Las lluvias torrenciales solo influyeron para que la sobremesa se terminase antes de lo previsto y a las cinco de la tarde apenas quedaba nadie en el recinto. Aunque el partido Madrid-Barça también pudo influir para acabar antes. 

Pablo Blanco, del restaurante A Pesqueira, fue el encargado del pregón, donde recordó los orígenes de la fiesta hace 31 años. Además de agradecer al alcalde, José Manuel Mato, que le confiasen la labor, reconoció que deberían de acompañarlo Josefa, la cocinera, y Manolo de Beres, que al igual que él son “traballadores incansables de todas as edicións”.