Balarés, en el litoral de Ponteceso, constituye todo un corolario natural de aguas cristalinas, agreste costa y paisaje que retransmite paz, bienestar y descanso. En este lugar abrieron estos días Silvia Facal y Rafa Varela la mayor apuesta de su vida para aprovechar las sinergias del paraje y construcciones pétreas que datan de 1902.
La iniciativa no es pura casualidad, ya que sus precedentes están jalonados en la calidad de la cocina tradicional gallega que apuesta por los buenos productos, y a sus cuestas tienen hasta hace poco tiempo el haber llevado durante años A Mundiña coruñesa, en la que sentaron su vocación de restauradores, por lo que ahora apostaron por la vuelta a los orígenes para convertir la casa de los abuelos en un espacio gastronómico y hotelero, guardando la tradición e innovación.
La parte hotelera abrió estos días seis confortables apartamentos, cinco construcciones nuevas y otra actuación con doble habitación en la construcción, pétrea en un paraje envidiable que asoma al Atlántico. Se trata de unos espacios diáfanos, coquetos que transmiten la filosofía apropiada enfocada a ocio y descanso, estancias cálidas y cuidada decoración.