La altisonante -y autocrática- proposición de Ley Orgánica de Protección de Derechos Fundamentales, presentada por el Grupo Socialista en el Congreso, quiere “frenar acciones judiciales excesivas”. Pretende la reforma de la figura jurídica de la acción popular y, entre otras prohibiciones, quiere impedir que los jueces investiguen sobre denuncias basadas en “recortes de prensa”, tan valiosos en la instrucción de casos de corrupción.

¿Qué concepto tienen los proponentes del papel de la prensa en una democracia y qué entienden por “recortes de prensa”?.En democracia, la prensa, además de contar lo que ocurre en la sociedad con informaciones veraces, tiene la función de ser contrapeso del poder analizando la gestión del gobierno de turno para elogiarlo cuando lo hace bien y criticarlo cuando incumple los compromisos adquiridos con los electores y la sociedad.

En esta función encaja la labor de investigación -el periodismo de investigación- que ejercen los medios para descubrir y denunciar cualquier irregularidad cuando se produzca en el seno del gobierno o de las instituciones del Estado que tienen tendencia a la concentración del poder y, a veces, derivan en abusos y corrupción.

Históricamente, grandes escándalos de corrupción salieron a la luz gracias a investigaciones periodísticas. Ejemplos mediáticos fueron el Watergate en Estados Unidos y el caso Odebrecht en América Latina que destaparon corrupciones sonadas con sonadas consecuencias.

En España, tras la recuperación de la democracia, conocimos numerosos casos de corrupción gracias a la prensa. Tan solo en el último lustro ahí están varias tramas de presunta corrupción -casos Tito Berni, Koldo y mascarillas, Delcy Rodríguez, Globalia, hidrocarburos, Fiscal Genral, subtramas en la familiar del presidente- descubiertas por periodistas de El Confidencial, Voz Populi, The Objective, El Debate, El Mundo o ABC sin que sus informaciones fueran desmentidas o denunciadas por los afectados.

Estos medios y sus periodistas dedicaron tiempo y recursos a investigar, a seguir pistas, a desentrañar documentos y a publicar después hechos escandalosos, como los casos citados, que sin ellos permanecerían ocultos e impunes.

Así actúa el periodismo de investigación. La prensa es el ojo vigilante de la sociedad en forma de reportajes de investigación que ellos llaman “recortes” y es una de las riquezas de las democracias que precisan de un periodismo libre y comprometido con la verdad. En su vertiente de la investigación es fundamental para la lucha contra la corrupción y fortalecer los pilares de la democracia.

Por eso, larga vida a medios y periodistas españoles. Sus investigaciones para descubrir conductas ilícita prestan un buen servicio a la sociedad. Y son la garantía de que sigamos contando con una democracia más sana y con ciudadanos mejor informados.