El trabajo de un buen profesional de fotografía es siempre un documento de gran valor que permite perpetuar en el tiempo acontecimientos únicos que calaron hondo en una comunidad vecinal. Es lo que ocurre con Xesús Búa, gracias al cual estos días los vecinos de Muxía y todos los devotos de la Virxe da Barca pueden rememorar el voraz incendio que hace diez años arrasó el santuario mariano el día de Navidad.
El fotoperiodista retrata cual notario de la realidad el poder destructor de las llamas que provocaron daños importantes en un centro espiritual por el que cada año pasan miles de devotos.
La exposición lleva por título “12+1”, en alusión a las trece instantáneas que la integran, y se exhibe desde el pasado sábado en el hall de entrada a la tienda de fotografía que Xesús Búa regenta en su villa natal, en la calle Real, número 45.
Además de mostrar las imágenes del incendio que afectaron a la techumbre y a partes importantes del templo, el fotógrafo local también es noticia estos días por participar, junto con otros profesionales, en una exposición conjunta que se celebra en Brasil.
Búa envió al país carioca cinco fotografías cuyo nexo de unión es la dureza de las condiciones de trabajo de los percebeiros de Muxía, que cada día se juegan la vida para ganar su sustento. Esta muestra se cuelga en Santa Catarita, en la ciudad de Nova Veneza.