El presidente ruso, Vladímir Putin, pidió hoy a la ONU que demande a la Unión Europea (UE) el levantamiento de las sanciones al suministro de fertilizantes rusos a los países en vías de desarrollo.
Putin llamó "discriminatorias" dichas restricciones y se mostró dispuesto a enviar gratis a los países de África, Asia y América Latina las 300.000 toneladas de fertilizantes que se encuentran varadas en puertos europeos.
Al intervenir durante la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS), Putin se dirigió con esa demanda a la secretaria general adjunta de Asuntos Políticos de la ONU, Rosemary DiCarlo, presente en la histórica ciudad uzbeka de Samarcanda.
"Influir en la decisión de la Comisión Europea (CE) y no de palabra, sino con hechos demandarles que levanten esas restricciones claramente discriminatorias en relación con los países en desarrollo. Y garantizar el acceso de los fertilizantes rusos a esos mercados", dijo el mandatario.
Denunció que el pasado 10 de septiembre la UE explicó que levantó la sanciones, pero sólo en lo que afecta a los países miembros.
"¿Y qué pasa con los países en desarrollo, los países más pobres del mundo?", se preguntó y recordó que habló de ello esta semana por teléfono con el secretario general de la ONU, António Guterres.
Recordó que aproximadamente el 90% de las exportaciones de fertilizantes rusos tiene como destino los países de África, Asia y América Latina.
Putin estimó en 30 millones las exportaciones de cereal ruso para este año, volumen que aumentará hasta los 50 millones el próximo año.
Rusia acusa a Occidente de incumplir el acuerdo de exportación de cereal ucraniano y alimentos y fertilizantes rusos suscrito en Estambul (Turquía) y que expira en noviembre.
El jefe del Kremlin ha denunciado en numerosas ocasiones que, si bien se han levantado en la UE las sanciones respecto a los fertilizantes, éstas no se han eliminado para el transporte de barcos y los seguros necesarios, lo que obstaculiza esta medida.
Putin abordará dicho asunto en Samarcanda con el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, quien le dio la pasada semana la razón al jefe del Kremlin.