La campaña militar rusa en Ucrania, diseñada como una operación relámpago, cumplió ayer 300 días ante la resistencia encarnizada de las tropas ucranianas, que frustraron los planes del Kremlin y consiguieron recuperar parte del territorio ocupado por la tropas de Moscú.
El único logro importante del ejército ruso en casi diez meses de combates fue la creación de un corredor terrestre hacia la península de Crimea, anexionada por Rusia en 2014, a través de la autoproclamada república popular de Donetsk y del sur de las regiones de Zaporiyia y Jerson.
El corredor, de importancia estratégica, podría ser, según expertos militares occidentales, el objetivo de una próxima contraofensiva ucraniana después de la de Jarkov, en el noreste del país, y de la que concluyó en octubre pasado con la recuperación de Jerson, capital de la región homónima, en el sur del país.
Zelenski visitó el frente
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, visitó ayer Bajmut, ciudad en la región de Donetsk, a unos cien kilómetros de la frontera con Rusia, sometida todo este tiempo a incesantes ataques de la fuerzas rusas, donde habló con los soldados e impuso condecoraciones. Zelenski afirmó que Bajmut sigue siendo el “punto más caliente” de toda la línea del frente de 1.300 kilómetros.
“Creo que los héroes de Bajmut deben tener lo mismo que otras personas. Quisiera que sus hijos y su familias estén bien, que tengan calefacción, salud. Quisiera que tuvieran luz, que se corta, la situación es compleja. Pero lo importantes es que haya (luz) en el interior de las personas”, dijo el mandatario.
Casi simultáneamente, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, también entregó condecoraciones, pero en una ceremonia en el Kremlin.
Entre los distinguidos había militares destacados en la campaña en Ucrania y estaban también, entre otros, los líderes designados por Moscú en las regiones ucranianas de Donetsk, Lugansk, Jerson y Zaporiyia, anexionadas el septiembre pasado.
La campaña lanzada el 24 febrero que según Putin debía “desmilitarizar” y “desnazificar” Ucrania, y que medios afines al Kremlin presentaron el primer día prácticamente como un “paseo militar”, se convirtió en un desafío mayúsculo a Rusia, y puso en duda incluso la capacidad de su ejército.
La resistencia presentada por Ucrania, apoyada por Occidente, desveló las carencias de las tropas rusas en una campaña bélica convencional, ya que no fueron capaces de hacerse con el control de la totalidad del territorio de las regiones anexionadas.
Luego se sumaron repliegues en el este y el sur, a lo que siguió un cambio de táctica radical de Rusia: a partir de octubre comenzó a atacar masivamente con cohetes y drones las infraestructuras energéticas de Ucrania, privando de luz, calefacción y agua a millones de ucranianos.
“Sí, nosotros hacemos esto. Pero ¿quién empezó? ¿Quién atacó el puente de Crimea?”, declaró durante el acto Putin.