Los legisladores del estado de Nueva York aprobaron una ley que restringe el uso de armas en espacios públicos como respuesta a la decisión que el Tribunal Supremo estadounidense tomó la pasada semana en la que avaló que se pueda llevar armas en público en todo el país.
Lo nueva norma aprobada en Nueva York limita el porte de armas en lugares “sensibles” como teatros, parques, estadios, espacios donde se reúnen los niños, centros de cuidado, zoológicos, universidades, centros de salud, hogares de ancianos, albergues para víctimas de violencia doméstica, casas de culto, hospitales y el metro, entre otros.
También en propiedades privadas como bares, restaurantes o residencias, a menos que el dueño de la propiedad permita expresamente las armas de fuego con un letrero.
La legislación también impone nuevas condiciones para obtener un permiso para un arma de fuego, incluido el requisito de dieciséis horas de entrenamiento sobre manejo del arma y dos horas de entrenamiento en un campo de tiro.
Penas de cuatro años
Asimismo, establece nuevos requisitos para el almacenamiento del arma en los hogares y vehículos, así como penas de hasta cuatro años de prisión por infringir las medidas.
Además, se creará una junta de apelación para aquellos solicitantes cuya licencia o renovación sea denegada o revocada, la cual entrará en vigor el 1 de abril del próximo año.
Tanto el Senado estatal como la Asamblea legislativa aprobaron esta ley, aunque con la oposición de los representantes republicanos. Ambas cámaras se reunieron este viernes en Albany, sede del gobierno central, tras la convocatoria hecha por la gobernadora Kathy Hochul.
La nueva ley entrará en vigor el próximo 1 de septiembre después de que fuera firmada por la gobernadora, poco después de ser aprobada el viernes por la legislatura del estado.
Con su decisión de la semana pasada, el Supremo declaró inconstitucional una prohibición centenaria de Nueva York que impedía mostrar armas de fuego en público.
Una demanda, el origen
El caso surgió de una demanda interpuesta por dos particulares —Robert Nash y Brandon Koch— y la Asociación de Rifles y Pistolas del Estado de Nueva York, una filial de la Asociación Nacional del Rifle. La acusación demandó al estado de Nueva York por prohibir llevar armas de fuego en público, pese a que permite a sus residentes llevarlas ocultas en la calle con una autorización especial si alegan una necesidad específica de autodefensa.
De inmediato, la gobernadora calificó de “indignante” la decisión en momentos en que el país afronta una ola de violencia.