El pontífice llegó hoy a Fátima en helicóptero procedente de Lisboa y abordó el papamóvil descubierto para entrar en el santuario, donde miles de personas hicieron noche para recibirle.

Durante el recorrido, la comitiva detuvo la marcha en varias ocasiones para que el papa pudiera bendecir a varios bebés y saludar a la multitud que esperaba en las calles.

Francisco, que visita Fátima por segunda vez, rezará por la paz en Ucrania y se reunirá con enfermos en la llamada Capilla de las Apariciones.

Miles de peregrinos pasaron la noche en la explanada del santuario, durmiendo sobre mantas y sacos, para ver a Francisco desde primera fila.

Los organizadores esperan reunir a medio millón de católicos en la ceremonia de este sábado y las autoridades han pedido a la población que intente abandonar la zona escalonadamente tras la retirada del papa para evitar aglomeraciones.

Unos 2.500 efectivos participarán en el operativo de seguridad en Cova de Iria, donde, según la tradición católica, tres niños pastores dijeron haber visto a la virgen.

La visita del papa a Lisboa para participar en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) ha atraído a un millón de personas.

Fátima, uno de los principales centros de peregrinación del mundo, ha sido parada obligada en las siete visitas papales que ha recibido Portugal desde Pablo VI.