La romería de Santo Hadrián de Malpica recuperaba este domingo todo su esplendor. Cientos de romeros volvieron a cumplir con la tradición de acompañar al santo en la procesión, tanto en la subida a primera hora de la mañana, como por la tarde en la bajada. Aunque el mal tiempo de la noche del sábado pudo disuadir a algunos romeros, el tiempo respetó la procesión y las misas en el exterior de la ermita, con un día apacible. Y es que el pasado año, esta tradicional romería ya estuvo marcada por el mal tiempo, teniendo que suspender diferentes actos, justo cuando se estaba saliendo de la pandemia.
Los fieles agradecían este domingo al santo sus peticiones particulares que les habían sido concedidas, mientras que otros intercedían ante él para llevarle sus súplicas. Los asistentes procedían de diferentes lugares del propio municipio, de la Costa da Morte o incluso de otros más lejanos como A Coruña o Santiago. Entre los oferentes, incluso se podía ver algún caminante descalzo durante la procesión, en señal de agradecimiento al santo. Durante las misas también destacaban las piezas de cera y velas encendidas por parte de los fieles, una tradición muy arraigada que continúa viva en la romería.