El Consello da Xunta dio luz verde al proyecto para la construcción de nuevas sendas peatonales en la carretera AC-433, a su paso por Laxe, con una inversión de cerca de 940.000 euros. Este plan, aprobado provisionalmente, forma parte de la segunda fase del Plan de sendas en estradas autonómicas y cuenta con cofinanciación de fondos europeos.
La intervención, que será sometida a información pública en los próximos días para proceder a los trámites expropiatorios, contempla la creación de dos tramos de sendas peatonales con una longitud total de 1.903 metros. Estas se desarrollarán en el margen derecho de la vía.
El primer tramo unirá el núcleo de Castrelo con la senda existente en Cabanas, desde el punto kilométrico 10+494 hasta el 11+076. Por su parte, el segundo tramo enlazará Cabanas con Finllido, abarcando desde el kilómetro 11+731 al 12+428. Este último incluirá, además, dos zonas de aparcamiento para facilitar el acceso a residentes y visitantes.
Con estas actuaciones, la AC-433 contará con un itinerario continuo y seguro para los peatones, dando continuidad a las sendas ya ejecutadas en Soesto y Serantes entre 2022 y 2023. Los trabajos, que tendrán un plazo de ejecución de 12 meses, están previstos para comenzar una vez completados los procesos de expropiación y licitación, programados para mediados de este año. En paralelo, la Xunta también aprobó ayer el proyecto para el acondicionamiento de la carretera AC-421 en Agualada, Coristanco, con una inversión cercana a los 764.000 euros. Esta actuación, que incluye la creación de una senda peatonal y la rehabilitación del firme, tiene como objetivo modernizar el tramo inicial de la vía autonómica y mejorar la movilidad y seguridad vial en la zona.
El plan contempla la construcción de una senda peatonal que conectará el núcleo de Agualada con las viviendas dispersas situadas a lo largo del tramo comprendido hasta el kilómetro 0+750. Actualmente, esta zona carece de aceras, por lo que la nueva infraestructura fomentará una movilidad sostenible y segura.
Además, entre los kilómetros 0+712 y 0+727, se levantará una pasarela de madera de 15 metros de longitud sobre el río Calvar, apoyada en estribos de hormigón, lo que garantizará un tránsito cómodo y seguro para los peatones.