Caión vive su día grande de los Milagros

Caión vive su día grande de los Milagros
Un momento de la procesión en Caión

El mal tiempo volvió a deslucir el día grande de los Milagros de Caión (A Laracha), con un orballo intermitente durante la misa solemne, celebrada en el campo del santuario, como es tradición. Hubo menos gente de la habitual, aunque la devoción por la Virgen no cesa. Prueba de ello es que todos los devotos querían ser costaleros llevando a la santa en hombros en la procesión, y una persona se encargaba de ir pasando el relevo de unos a otros. 


A pesar de la llovizna que cayó durante toda la mañana, a la hora de la procesión obró el milagro, tal como indicaba el cura párroco de Caión, Andrés Trinquete, y cesó la lluvia para realizar el recorrido con normalidad, en medio del intenso fervor de los fieles. En vista de la gran demanda, el párroco anunció que por la tarde volvería a haber procesión si el tiempo lo permitía. Las misas continuaron cada hora, de cinco a ocho de la tarde. 


La misa solemne fue oficiada por José Antonio Ortigueira Barros, de A Estrada, quien aludía a la advocación de María la Virgen en dos días grandes: el 15 de agosto y el 8 de septiembre, una jornada especial para la localidad larachesa. Durante los últimos días llegaron a Caión numerosos romeros procedentes de toda la comarca. También lo hicieron ayer por la mañana, aunque en menor medida debido al mal tiempo.
Algunos de los asistentes mostraban su decepción por la lluvia, que también estuvo presente el pasado domingo en la subida de la imagen al santuario. Confían en que la situación mejore el próximo domingo para la bajada, a pesar de que las previsiones no son buenas. Mañana y pasado y el domingo de mañana seguirán las misas en la ermita.

Caión vive su día grande de los Milagros

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