El consejo regulador de la Indicación Geográfica Protegida (IGP) de la castaña gallega hace un balance muy negativo del resultado de esta temporada, dado que la cantidad de fruto recogido ronda los 8 millones de kilos, lo que supone aproximadamente un 40 % de lo que se recoge en "un año normal".

A punto de cerrarse la campaña de recogida de la castaña en Galicia, el presidente del organismo regulador, Jesús Quintá, señala a EFE que este año "ha sido un desastre" y habla de una "una campaña muy complicada", tanto " por la calidad como por la cantidad" de castañas recogidas.

La gran enemiga de los productores ha sido este año la sequía. De hecho, dijo Quintá, la cosecha no llegó ni “a un 30 o un 40 % de lo que sería una campaña normal” en el sur de Galicia y en zonas de montaña, donde la falta de agua se dejó sentir con especial intensidad: "son zonas en las que hubo muy poca castaña", apostilló.

Aunque la campaña tampoco fue buena, se recogió más y mejor fruto en las “zonas interiores de Galicia”.

“Para el medio rural la falta de precipitaciones ha sido un problema muy serio. Esta sequía ha hecho mucho daño”, concluyó.