El año hidrológico que acaba de terminar -del 1 de octubre al 30 de septiembre- se sitúa como el segundo más seco de la serie histórica en la demarcación Miño-Sil, por detrás del 2016/17, con un 39 % menos de lluvias que el valor normal.
La precipitación acumulada media ha sido de 694,6 litros por metro cuadrado, un 39 % por debajo de la media histórica cuando en el año anterior, 2020/21, fue de 1.159,4 litros por metro cuadrado, un dos por ciento por encima de la media y un 67 % por encima de la del presente año.
A la vista de los datos, la Confederación Hidrográfica Miño-Sil ha calificado el actual año hidrológico 2021/22 de “extremadamente seco”, con precipitaciones por debajo del mínimo de la serie histórica en las zonas del Miño bajo y Limia, y de “muy seco” en el resto, Miño Alto, Sil Superior e Inferior y río Cabe.
“Estamos ante una situación de sequía prolongada generalizada en la demarcación debido a la falta de precipitaciones; mensualmente podríamos destacar el mes de junio como húmedo; octubre y agosto como secos; y noviembre, enero, febrero, abril, mayo y julio como muy secos”, ha apuntado el presidente de este organismo, José Antonio Quiroga.
En relación con los embalses, estos se encuentran al 43,73 % de su capacidad máxima, un volumen 0,88 % mayor que la cantidad de agua embalsada hace un año (42,86 %) pero un 10,81 % menor que el llenado promedio histórico en estas fechas del año (54,54 %) mientras que los caudales circulantes están un "28,4 % por debajo del promedio histórico".
Atendiendo a esta situación, el presidente del organismo de cuenca ha hecho un llamamiento a los ayuntamientos para que "mantengan las medidas de ahorro y continúen con las labores de concienciación a la población hacia el uso racional y responsable del agua" ante la previsión de que se pueda mantener la situación de sequía persistente "a medio plazo".