El hemiciclo gallego ha sido escenario de una bronca política al término de la sesión de control al presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, después de el mandatario autonómico ligase un anuncio para mayores de 65 años con que la medida va a ese colectivo que "el BNG desprecia porque dice que no saben votar".
El enfado en la bancada nacionalista provocó que la portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, pidiese la palabra al abrigo del artículo del Reglamento que alude a aclarar imprecisiones para reclamar la retirada de esa expresión y denunciar que se diga que el BNG "desprecia a los mayores porque dicen que no saben votar".
Como el mandatario gallego no reaccionó a esta reclamación, el presidente de la Cámara, Miguel Santalices, intervino para decir que estaba en su derecho de aportar en el debate o no, lo cual siguió causando enfado en la bancada nacionalista y, en medio de la bronca política, Rueda y casi todos los conselleiros se levantaron y abandonaron el hemiciclo gallego mientras Santalices justificaba que se mantuviese la expresión como parte del "debate político".
Tras la bronca, el primero en salir a la tribuna fue el viceportavoz del Grupo del BNG, Luís Bará, quien en un tono visiblemente de indignación acusó a Rueda de "desprecio" a la Presidencia del Parlamento. Entre un sonoro aplauso de sus compañeros de grupo, Bará censuró que "cuando estaba hablando el presidente del Parlamento, se marchó el presidente sin pedir disculpas". "Cuando estaba en el uso de la palabra (el presidente?. ¿Puede haber mayor desprecio a esta institución?", se ha preguntado Bará, quien ha concluido que "no merece" ser el presidente de la Xunta y quien calificó que "es una auténtica vergüenza y una indecencia" el "desprecio" a la Cámara.
Tomó la palabra el propio Santalices, a renglón seguido, para asegurar que no se sentía "deshonrado" por el mandatario autonómico. "Aquí hay libertad para marchar o no", defendió el jefe del Legislativo sobre Rueda, quien tiene un acto público programado para las 12,30 horas en Salvaterra do Miño, unas dos horas después de la sesión de control.