La alcaldesa de Maracena (Granada), Berta Linares, mantiene que no se dejará "achantar por cualquier tipo de presión que no tiene veracidad", en alusión al hecho de que la edil Vanessa Romero haya vinculado el secuestro del que fue víctima por parte de la entonces pareja de la regidora a la información comprometedora sobre la gestión municipal de la que disponía.
Linares sostiene, en una entrevista al diario Ideal recogida por EFE, que en estos "momentos complicados de elaboración de listas", al verse fuera de las mismas, la edil hubiera pretendido "ejercer cualquier tipo de presión", aunque los documentos de los que disponía la concejal y que han sido incorporados a la investigación abierta tras el secuestro, "son expedientes de hace muchos años".
"No tiene sentido pensar que ahora tienen alguna validez contra mí o contra el equipo de gobierno", señala la alcaldesa, que también quiere "dejar claro" que no se va a dejar "achantar" por ese tipo de presiones sin "veracidad".
Ha incidido, como ya hizo en su primera comparecencia pública tras el secuestro, en la labor "intachable" y "transparente" del Ayuntamiento durante los 16 años que lleva en el equipo de gobierno con distintas responsabilidades, y ha recordado que ya se ha ofrecido en el ámbito judicial a que no solo se investiguen los documentos que la concejal llevaba en su coche el día del secuestro, sino todos, desde el año 2007 hasta el día de hoy.
Sobre Romero, que actualmente ostenta la Concejalía Maracena 2030 aunque con anterioridad asumió otras áreas de mayor peso en el Gobierno municipal como Urbanismo, admite que no iba a repetir en las listas, como otros "diez o doce compañeros", y que aunque no se lo había comunicado oficialmente, era algo "visible".
De la concejal, con la que aún no ha podido hablar tras lo ocurrido aunque sí con su familia, dice que es una compañera "muy válida" con la que tenía una relación "cordial, normal, estrictamente laboral", y admite, en general, "momentos de mayor tensión" con la elaboración de las listas.
Le consta que Vanessa Romero ha tenido "aspiraciones y pretensiones" de ser alcaldesa, algo que considera "normal y lícito", aunque en el proceso habitual de primarias, dice, la única que presentó candidatura fue ella.
La alcaldesa mantiene que es "una locura" pensar que ella ha podido tener algo que ver con el secuestro: "Nadie quiere el mal para una compañera, condeno cualquier tipo de violencia".
Y sobre la posible motivación de su entonces pareja, con quien mantenía una relación de casi dos años sin convivencia que rompió nada más conocer los hechos, incide en los problemas de salud mental ´-una depresión profunda- que padecía y que le llevaba a estar en tratamiento psicológico y psiquiátrico.
La "única explicación" que encuentra es que su entonces pareja, ya en prisión sin fianza, le haya podido escuchar hablando con sus compañeros en conversaciones telefónicas tensas y que eso le haya llevado "a confundir y malinterpretar una mala conversación, una mala llamada, y dar lugar a esto con la medicación que tenía".