Reportaje | Vivir entre aerogeneradores sin romper el hábitat natural

Reportaje | Vivir entre aerogeneradores sin romper el hábitat natural
Los parques eólicos se integran en el monte gallego, donde conviven con animales y especies vegetales

Animales y aerogeneradores conviven día a día compartiendo tierra en los montes gallegos. En medio de parques eólicos, las especies de la zona como caballos, vacas o aves, mantienen sin alteraciones su rutina demostrando que es compatible cuidar el planeta y emplear una energía limpia y renovable. 


Los beneficios  medioambientales de la energía eólica son innegables, pero a medida que han llegado los molinos de viento a los montes gallegos surgieron muchas dudas y voces críticas, con especial preocupación por el impacto en el rural. 


“Al lado de la máquina puede haber pastizales igual que antes. Al monte poco le estorba”, asegura Jesús Villar, un ganadero de la zona de Guntín y presidente de la Comunidad de Montes de San Martín de Monte Meda. 


En la misma línea se pronuncia Pablo Echegaray, gerente de Garaysa, una empresa gallega colaboradora de Naturgy dedicada a instalaciones eléctricas.  “Es bueno incluso para el monte. Al final, estás haciendo unos viales que sirven de cortafuegos y que vienen bien para llevar el ganado a pastar”, explica.

 

Un compromiso firme
La eólica tiene su base en el respeto por el medio ambiente y, desde Naturgy, ratifican su firme compromiso con el entorno rural. La compañía destaca que diseña sus proyectos siguiendo los “más estrictos criterios medioambientales y patrimoniales”. 


“Lo que nos ha inculcado Naturgy es una cultura de hacer las cosas bien en temas medioambientales, de calidad, de respeto por todo lo que hay en las zonas. Nosotros cuando vamos a hacer un parque, estudiamos el tema medioambiental, arqueológico, flora y fauna. Todo eso se trata con muchísimo mimo”, asegura Ramiro Rilo, director comercial de CRC, una empresa dedicada a la construcción de parques. 


Tras las obras, las superficies afectadas son revegetadas, y se lleva a cabo un seguimiento medioambiental periódico durante la vida de los parques. “Como gallegos, lo que queremos es lo mejor para nuestra tierra. Por eso, se cuida todo meticulosamente y se intenta que haya unas pistas bien mantenidas, con un material que a poder ser sea de esa misma zona, que no se traigan materiales invasores”, añade Rilo.

 

Riqueza para la zona
Más de once millones de euros para los propietarios. Este es el balance que dejó en 2020 el alquiler de las tierras donde se instalan aerogeneradores, según el informe ‘Impacto Económico y Social del Sector Eólico en Galicia’ realizado por Deloitte. 


Además de un beneficio en las arcas públicas autonómicas y locales, los parques no solo reportan en concepto de alquiler. “Hay gente de mantenimiento que va a las ferreterías de la zona, a comer a los restaurantes, eso genera riqueza para el pueblo”, subrayan desde Garaysa. 


También Rilo asegura que buscan que entre el 85 y el 90% de la inversión se quede en la zona. “Contratamos a gente de allí y les damos una cualificación en temas renovables”, asegura y añade: “Podemos tener a 120 personas trabajando en un proyecto y el 85% va a ser gente de la zona”.

 

Beneficio social
Muchos de los ingresos que reporta un parque eólico se utilizan para mejorar la vida de la gente del rural. De hecho, desde Naturgy señalan que mantienen “un fuerte compromiso social, mediante la integración económica de sus proyectos en las zonas en las que se implanta”.


En el caso de la Comunidad de Montes de San Martín de Monte Meda (Guntín) invirtieron el dinero que generó la torre de medición implantada por Naturgy en el arreglo de la iglesia del municipio.  Un área recreativa, un local social para los vecinos, el arreglo de pistas o un cobertizo fueron otras de las mejoras que trajo para  la Comunidad de Montes de Cures e Mouzo (Vimianzo). 


“Para nós causou un revulsivo. Grazas ao parque agora temos un monte ordenado que antes estaba completamente abandonado”, asegura Marcos Bugallo, presidente de la comunidad de montes de la zona, que incide en subrayar que no todos los montes sirven para instalar parques eólicos. 


Los vecinos también valoran el trato directo, ya que existe disposición permanente de la compañía para aclarar dudas tanto de las administraciones como de los propietarios. “Buscamos que no nos vean como gente extraña, intentamos ver cuáles son sus costumbres, cómo tratan sus tierras”, subrayan desde CRC sobre el respeto hacia la zona cuando se inician las obras de los parques.

 

Objetivos
Naturgy destaca que el sector eólico es clave para cumplir  el objetivo europeo de un 32% del consumo de energía procedente de fuentes renovables en 2030. Por ello, en los próximos años, será unos de los vectores de desarrollo y crecimiento de la compañía, que actualmente tiene 17 parques eólicos en operación y una producción total de 4.130 GWh de energía renovable en Galicia.


“Tenemos que ir hacia energías limpias. Nos lo está pidiendo Europa y ya por conciencia social”, concluye el gerente de Garaysa. 

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