Pablo Isla dejará a final de mes el grupo Inditex, tras 17 años al frente y con un último año en el que ha triplicado el beneficio, quedándose a escasos 400 millones de su récord de 2019, y ante retos como paliar el roto que pueda hacer la suspensión de operaciones en Rusia, uno de sus principales mercados, o la galopante inflación.
"Han sido unos meses muy intensos y bonitos. Tengo mucha confianza en la etapa que empieza Inditex (...) nueva y llena de futuro", ha dicho Isla, que el 31 de marzo dará el relevo a Óscar García Maceiras como consejero delegado del grupo (cargo que ejerce desde diciembre) y a Marta Ortega como presidenta no ejecutiva.
Sobre su futuro se ha limitado a apuntar: "No me voy a retirar, por ahora no puedo decir mucho más". Por el momento, cobrará 23 millones tras su salida, después de haber cobrado 12,4 millones en el último ejercicio.
En ese ejercicio, cerrado el pasado 31 de enero, Inditex ganó 3.243 millones, un 193 % más que en 2020 y tan sólo un 10,8 % por debajo del récord de ganancias que anotó en el prepandémico 2019.
Según ha detallado este miércoles a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), las ventas del grupo fundado por Amancio Ortega se elevaron un 36 % respecto de 2020 y alcanzaron los 27.716 millones.
De esa cantidad 7.500 se obtuvieron con el negocio online, que creció el 14 % y ya representa el 25,5 %. El objetivo de la mayor empresa española cotizada es alcanzar el 30 % en 2024.
A tipo de cambio constante, la facturación fue un 3 % superior a la de 2019, pese a contar con un 13 % menos de tiendas (un 5 % menos que en 2020).
El reto ahora es que estas cuentas no se deterioren a causa de la guerra impulsada por Rusia, donde Inditex cuenta con 9.000 empleados y más de 500 tiendas y donde prevé retomar las operaciones "en cuanto las circunstancias lo permitan".
El mayor grupo de distribución de moda del mundo anunció el cierre de sus 85 tiendas en Ucrania el mismo 24 de febrero, cuando Rusia inició su invasión, y el 5 de marzo siguiente hizo lo propio respecto de sus 502 tiendas en territorio ruso.
Rusia aportaba hasta ahora un 8,5 % del resultado de explotación de Inditex, con lo que era uno de los mayores mercados del grupo después de España (donde la empresa no detalla qué porcentaje obtiene).
Desde entonces, la empresa sigue pagando las nóminas de sus empleados allí y asegura haber puesto en marcha un plan especial de apoyo para ellos.
"Hacer conjeturas sobre lo que va a pasar no tiene mucho sentido", ha querido zanjar García Maceiras, mientras que Isla ha pedido comprensión ante sus reticencias a ofrecer detalles sobre la situación de su negocio y su plantilla en esos países.
Para dar una idea de la importancia de esos países en su negocio global, Isla también ha señalado que del 33 % que crecieron las ventas desde que el pasado 1 de febrero comenzó el nuevo ejercicio fiscal hasta el 13 de marzo, las ventas en Rusia y Ucrania representaron aproximadamente 5 puntos porcentuales del crecimiento de las ventas.
A la espera de que se despeje el panorama en esos países, Inditex ha querido destacar la evolución del negocio en Estados Unidos, apuntando que ya se ha convertido en su segundo mercado después de España, aunque no ha querido facilitar datos concretos.
"Le vemos muchísimo potencial de crecimiento al negocio en EEUU", ha dicho Isla, quien ha destacado la penetración de Zara en todo el mercado estadounidense y el dinamismo del comercio electrónico, y ha defendido que ese éxito en este territorio es "estructural", pese a que allí tan solo tiene 99 tiendas, todas de Zara, y no prevé aumentar drásticamente esa cifra a corto plazo.
Otro de los grandes retos a los que se enfrenta la nueva cúpula de Inditex es la elevada inflación a nivel internacional. Por el momento, y pese a su tradicional política de mantenimiento de precios, ha aplicado una subida media del 2 % en España y Portugal.
Isla y García Maceiras han insistido en que se abordarán solo "ajustes selectivos de precios para proteger los márgenes", lo que se traducirá en avances que a nivel global podrían rondar el 5 % en los mercados más afectados por la inflación y la devaluación de monedas.
"Tendremos que ver la evolución de los costes para determinar si las previsiones de alzas de precios tienen que revisarse", se ha limitado a advertir García Maceiras.
Ni él ni Isla han querido concretar en qué medidas se han encarecido los costes de producción de sus prendas debido al encarecimiento generalizado de las materias primas, ni si aplicarán una subida general de salarios.
El objetivo es "ofrecer retribuciones atractivas a sus empleados" para "retener y captar el mejor talento". Inditex tiene 165.042 empleados, el 86 % con contrato indefinido y con una edad media de 29,3 años.
Ante los resultados presentados hoy, Inditex también ha anunciado que abonará un dividendo de 0,93 euros por acción, lo que supone un incremento del 33 % respecto al año anterior y un desembolso de casi 2.900 millones de euros, de los que unos 1.700 se los embolsará Amancio Ortega por controlar casi el 60 % del capital.
Además, se propondrá a la Junta de Accionistas un dividendo extraordinario de 0,40 euros por acción a pagar en relación al ejercicio 2022.