La ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, pidio ayer que no se criminalice a las entidades financieras en relación con la propuesta de Unidas Podemos de imponer penas de cárcel a los bancos que trasladen a sus clientes el nuevo impuesto.
Una posición que volvió a defender ayer la ministra de Igualdad, Irene Montero, al considerar que “es una buena propuesta que hemos trasladado al socio de gobierno”, el PSOE.
Montero señaló que es una propuesta que habrá que debatir pero “no me cabe ninguna” –de que los ciudadanos agradecen el tener un Gobierno convencido de que su primera función es proteger su interés y el de las economías familiares, continuó.
En una entrevista en RTVE, Calviño indicó que Hacienda está “ultimando los detalles” sobre esta nueva tasa, que centrará la reunión mantuvo hoy con representantes de las entidades financieras a la que acudirá también el gobernador del Banco de España.
Calviño también anuncio ayer que los “detalles” sobre el nuevo impuesto a la banca se concretarán en una proposición de ley que espera que esté la próxima semana, antes de que termine el mes de julio.
Cordial y constructiva
Así lo anunció tras la reunión que mantuvo durante unas dos horas con los bancos y que Calviño consideró “muy cordial y constructiva” y en la que participaron el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, y su “número dos”, Margarita Delgado.
Por parte del sector han acudido José Antonio Álvarez, consejero delegado del Santander –en sustitución de la presidenta del grupo, Ana Botín– además de Carlos Torres (BBVA), José Ignacio Goirigolzarri (CaixaBank), Manuel Azuaga (Unicaja Banco) y Josep Oliú (Sabadell).
También estuvieron los máximos responsables de las tres patronales, Alejandra Kindelán (AEB), José María Méndez (CECA) y Cristina Freijanes (Unacc).
Finalmente, Bankinter se ausentó de la cita ya que tanto su presidente, Pedro Guerrero, al que se había invitado al encuentro, como la consejera delegada de la entidad, María Dolores Dancausa, tenían otros compromisos en sus agendas.
Por su parte, el ministro de Inclusión y Seguridad Social, José Luis Escrivá, defendió el impuesto extraordinario que el Gobierno prevé aplicar a la banca y aseguró que el sector financiero español está “infragravado” respecto al resto de actividades económicas.
En una entrevista ayer en Antena 3, Escrivá afirmó que los nuevos impuestos a la banca y al sector energético anunciados por el Gobierno son necesarios tanto a nivel estructural –por esa diferencia impositiva respecto a otros sectores– como a nivel coyuntural para apoyar el despliegue de un escudo social.
Sin causar perjuicio
También la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, defendió que el nuevo impuesto anunciado para la banca no afectará al “buen funcionamiento de la economía”, puesto que el objetivo es que genere una “mayor contribución” sin perjudicar a la actividad.
La ministra defendió que la intención al de aprobar “medidas impositivas excepcionales” que se aplican “sobre beneficios extraordinarios de algunos de los grandes grupos empresariales” del país es que no perjudiquen otros factores “muy importantes”, como la producción, la inflación o la actividad económica.