Con toda la plantilla a disposición de Bardanca. El Silva se presentará a la última jornada de liga con absolutamente todo. Con una grada de A Grela que rugirá más que nunca con el convencimiento del que el Silva, que empezará la jornada en zona de descenso (con un arrastres), será capaz de conseguir la permanencia tras el partido ante el Gran Peña.
El tercer equipo del Celta fue uno de los grandes protagonista de la semana en el grupo1 de Tercera por la alineación indebida que cometió el pasado domingo, en la penúltima jornada de liga, ante el Alondras. De ganar el partido por 3-2 pasó a perderlo 0-3 y, lo que es peor, a despedirse de las opciones de luchar por entrar en una de las plazas de fase de ascenso en la última jornada. Eso beneficia al Silva.
¿Por qué? No es lo mismo recibir en A Grela a un equipo que tiene opciones reales de disputar ‘playoff’ de ascenso a Segunda Federación que hacerlo con un rival que, tras perder esos tres puntos, ha caído a la octava plaza y se ha quedado sin objetivo. El Silva tiene que demostrar en el campo cuál es el equipo que de verdad se está jugando algo.
El Silva salvó el primer ‘match ball’ la semana pasada en Cantarrana contra el Viveiro. El conjunto que dirige Javier Bardanca se impuso por 1-2 con doblete de Álex Lorenzo. En el cuadro herculino hubo una sorpresa llamativa en el once inicial de Bardanca: la ausencia del capitán Marcos Gómez. En su lugar jugó Antón Garda, que estuvo en el campo 73 minutos. Marcos no llegó a participar, por lo que se supone que no jugó por algún tipo de molestia física. ¿Repetirá once Bardanca o alineará a Marcos si ya está apto?
En el Gran Peña es una incógnita la decisión que tomará Bajcetic sobre su equipo titular ahora que no tiene un objetivo tan trascendental.