Corría el minuto 81 del partido que enfrentaba el pasado domingo a Fisterra y Betanzos en Ara Solis cuando Kevin Queijas, delantero del equipo visitante, marcó el 0-6 que a la postre sería definitivo. Un doloroso varapalo para los integrantes y aficionados del club local, que en su mayoría no habían vivido nunca una derrota tan abultada de su equipo en casa. De hecho, el Fisterra no sufría un marcador tan amplio en su propio feudo desde que el Pontevedra se impuso con autoridad por 0-8 en la temporada 1981/82 en Tercera División.
En los 40 años, siete meses, y once días que pasaron entre las dos goleadas, el Fisterra compitió en cuatro categorías diferentes (Tercera, Preferente, Primera Regional y Segunda Regional) y disputó cientos de partidos que nunca finalizaron con una diferencia de más de cinco goles favorable al conjunto visitante.
Desde la debacle ante el Pontevedra hasta la goleada del pasado domingo, el Fisterra cayó derrotado por cinco goles de diferencia únicamente en tres ocasiones. El Arzúa se impuso por 0-5 en Primera Regional en la temporada 1999/00, el Calo llegó hasta las siete dianas (2-7) en Primera en el curso 1996/97 y el Brigantium venció por 1-6 en Preferente en la campaña 1987/88.
A pesar de la dificultad que presenta la visita a Ara Solis para los equipos visitantes debido a las dimensiones del terreno de juego y el calor de los aficionados locales, el Fisterra cuenta con una considerable lista de derrotas abultadas en casa en las últimas cuatro décadas. Sin contar las goleadas recibidas ante Betanzos y Pontevedra, el equipo verde ha cosechado hasta 50 resultados con más de tres goles en contra o una diferencia de más de dos tantos a favor de los conjuntos visitantes.
No obstante, los registros del Fisterra en ese sentido en el siglo XXI son notablemente mejores que los obtenidos desde 1982 hasta el 1 de enero de 2001. De hecho, más del doble de las goleadas recibidas (37) en estos últimos 40 años se produjeron antes de la campaña 2000/2001. Un pequeño consuelo para un Fisterra que tratará de olvidar cuanto antes el varapalo sufrido la pasada jornada ante el Betanzos.
La campaña 1999/00 fue especialmente dura para los aficionados del Fisterra, que tuvieron que sufrir goleada tras goleada en Primera Regional. El Mineiro (0-3), Orillamar (0-4), Cultural Maniños (1-5), Fátima (0-3), Ponteceso (1-5), Narón (0-3), Flavia (0-3) y Arzúa (0-5) fueron los rivales que llegaron a Ara Solis y se fueron con los tres puntos de forma holgada.
Además, el Fisterra sufrió en el inicio de aquella temporada ocho derrotas consecutivas en casa y cinco de ellas fueron por tres o más tantos de diferencia.
El Atlético Riveira es el rival que más veces ha goleado al Fisterra en los últimos 40 años. Hasta en cinco ocasiones ha logrado llevarse los tres puntos de Ara Solis por un marcador abultado: 2-5 en la 2012/13, 2-4 en la 1998/99, 1-4 en la 1996/97, 1-4 en la 1993/94, todas ellas en Primera y 0-3 en Preferente en la 1987/88.
El fisterrán Noé López, actual entrenador del Betanzos, fue el verdugo del equipo de su localidad natal el pasado domingo en Ara Solis. El técnico, que también dirigió al Fisterra antes de recalar en el club del García Hermanos en marzo de 2019, guió a los suyos en una victoria por 0-6, que es la más abultada que sufre el Fisterra como local en los últimos 40 años.
No obstante, Noé López no es el único integrante del Betanzos con un vínculo especial hacia el Fisterra. El defensa Pablo Vigo, titular en el encuentro del pasado domingo, militó durante las últimas tres campañas en el conjunto de ara Solis.
El delantero Juan de Dora, autor de dos de los seis goles, también defendió la camiseta del Fisterra desde febrero de 2020 hasta el verano del 2021.