La Costa da Morte mantuvo la excelencia en un verano con pocos días de playa y varios incidentes

La Costa da Morte mantuvo la excelencia en un verano con pocos días de playa y varios incidentes
Uno de los rescates que tuvo lugar en la playa Area Maior malpicana este verano | CAVOLO

La Costa da Morte despidió este sábado oficialmente la temporada estival en la que, de nuevo, destacó por la excelencia en la mayor parte de sus arenales pese a ser un verano poco soleado y con numerosos incidentes en varios municipios. Respecto a la calidad del agua, los controles realizados por la Consellería de Sanidade desde mayo y hasta mediados de este mes en más de cuarenta arenales de la comarca demostraron un año más que las playas de la zona son de las mejores de Galicia. 


Si bien la excelencia fue la tónica dominante en las playas locales, también hubo que lamentar, un verano más, los episodios de contaminación que afectaron a cinco arenales: Los ceences de Estorde y Gures, Ézaro (Dumbría), Arnela (Ponteceso) y Santa Isabel, en Corcubión. 


En el balance del verano también destaca el elevado número de rescates que tuvieron que realizar las servicios de salvamento y socorrismo, que superan la quincena. La mayor parte de estos rescates tuvieron lugar en la playa de Razo, en tanto que en A Laracha hubo otros tres y en Malpica se registrados otros dos. 
La imprudencia y el desconocimiento de los bañistas provocaron la mayoría de estos rescates, bien por bañarse cuando estaba prohibido (con bandera roja) o bien por hacerlo en las zonas con corrientes, como el canal de entrada de la playa Area Maior de Malpica. 


Además, los socorristas atendieron numerosas incidencias relacionadas con las picadas de escarapotes y, ya a finales del verano, de las carabelas portuguesas que hicieron acto de presencia en las playas de la zona desde finales de agosto.


Este verano, al igual que las medusas, el sol tampoco se dejó ver mucho por los arenales de la Costa da Morte, lo que afectó en gran medida la temporada para los alojamientos turísticos, especialmente durante el mes de julio. En el municipio malpicán, por ejemplo, la primera quincena de julio estuvo menos concurrida de lo normal, y lo mismo sucedió en otros destinos costeros de la Costa da Morte, aunque la situación fue mejorando a medida que avanzó el verano. En julio se llegaron a registrar hasta una decena de días de lluvia y la temperatura media no superó los 20 grados, si bien hubo días de intenso calor en los que la temperatura alcanzó los 30 grados. 


En agosto la situación mejoró un poco, con más días soleados y calurosos, si bien en más de una ocasión la niebla o el nordés protagonizaron los días de playa. 

La Costa da Morte mantuvo la excelencia en un verano con pocos días de playa y varios incidentes

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