Las muestras de rechazo a la agresión machista ocurrida ayer en Carballo y de apoyo a la víctima se sucedieron este martes, con concentraciones en la práctica totalidad de los ayuntamientos de la comarca de Bergantiños, casos de A Laracha, Carballo, Coristanco, Malpica y Ponteceso.
Algunos fueron actos de repulsa silenciosos, mientras en otros se leyeron manifiestos de repulsa por lo sucedido en Carballo y recordando que la violencia machista se ha cobrado ya la vida de 18 mujeres en lo que va de año 2022. En la mayoría de las concentraciones participaron representantes políticos, funcionarios y trabajadores municipales. La más numerosa fue la que tuvo lugar en Carballo a últimas horas de la tarde, ya que reunió a cientos de vecinos a pesar de la adversa climatología. 

Miembros de la corporación portaban una gran pancarta con el lema: “Carballo contra as violencias machistas”. Los participantes también desplegaron en la Praza do Concello un enorme lazo morado para reivindicar la eliminación de la violencia machista.

El alcalde de Carballo, Evencio Ferrero, había realizado un llamamiento a la población a sumarse al acto durante la declaración institucional que leyó en los prolegómenos de la sesión plenaria celebrado el lunes por la noche, declaración en la que en nombre de toda la sociedad carballesa empezó deseándole a la víctima “una pronta recuperación” y “toda la fuerza del pueblo de Carballo”, para luego condenar la “brutal agresión que acaba de sufrir nuestra vecina”.
Ferrero apuntó además que lo sucedido “tiene que hacernos reflexionar sobre todos los casos de violencia de género que se producen cada día a nuestro lado y que permanecen ocultos dentro de los hogares, en ese ámbito del que hay quien no quiere que salgan porque siguen negando la evidencia de una violencia que agrede, y también mata, a las mujeres por el simple hecho de serlo”.
Las muestras de rechazo y condena llegaron también desde el ámbito educativo, concretamente desde los centros carballeses en los que estudian los dos hijos de la mujer agredida. Así, en el CEIP Fogar se guardó un minuto de silencio, mientras los estudiantes del Instituto Alfredo Brañas realizaron una manifestación de protesta por las calles del entorno del centro que iba encabezada por una gran pancarta en la que podía leerse: “O IES Alfredo Braña en contra da violencia de xénero”.

Mientras, la mujer agredida, de 43 años de edad, se encuentra "estable" ingresada en la UCI del Hospital A Coruña con "pronóstico grave", tras sufrir una fractura craneal, según han señalado fuentes sanitarias este martes. En cuanto a su presunto agresor, pasará mañana a disposición del Juzgado de Instrucción número 1 de Carballo, que es el competente en materia de violencia sobre la mujer.

Los hechos sucedieron sobre las 2.45 horas de este lunes pasado en el lugar de Fontecaldeira, en la carretera de Sísamo, en Carballo, donde un testigo encontró a la mujer en la calle tras haber sido agredida presuntamente por su pareja y alertó a la Benemérita. Al lugar el 061 envió dos ambulancias de soporte vital básico, personal sanitario del PAC de Carballo y una ambulancia de soporte vital avanzado, que, tras una primera asistencia en el lugar, trasladó a la mujer herida al Hospital A Coruña.

Por su parte, los dos hijos menores de edad de lata pareja permanecen bajo custodia de un familiar directo de la víctima, han asegurado por parte de fuentes consultadas.

El presunto agresor, que carece de antecedentes, huyó tras la agresión y, después de ordenar su búsqueda la Guardia Civil, se entregó en la Comandancia de A Coruña, donde fue detenido sobre las 10.15 horas de ayer, desde dondefue trasladado al cuartel de Carballo. La Policía Judicial de la Guardia Civil de Carballo ha abierto una investigación para esclarecer los hechos. Está previsto que el arrestado pase a disposición judicial en esta localidad coruñesa este miércoles.

El delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones, confirmó una denuncia de hace un año por vejaciones e insultos. "El único dato que tenemos es que no existía ninguna denuncia previa, por tanto no había orden de alejamiento en ese sentido y seguían conviviendo juntos", ha explicado Miñones, para puntualizar que "sí había una denuncia de hace un año por vejaciones e insultos".