La jornada de Navidad se caracterizó un año más por la caras de felicidad de muchos niños tras la visita de Papá Noel, que acudió puntual a su cita en las distintas localidades de la Costa da Morte para atender las peticiones que le habían hecho llegar los más pequeños de la casa.

Además de por poder estrenar sus ansiados juguetes, parte de esos menores también fueron protagonistas por participar en las tradicionales representaciones de belenes vivientes que se llevan a cabo en las parroquias carballesas de San Xoán Bautista y de Sísamo.

En el primer caso la escenificación tuvo lugar en la iglesia parroquial poco después del mediodía y fue seguida por un buen número de fieles. La puesta en escena volvió a resultar muy emotiva y vistosa, al igual que ocurrió en el templo parroquial de Sísamo, en donde también ofició la misa el párroco  carballés José García Gondar.

En cada una de las recreaciones del Nacimiento de Jesús, organizada en un caso por la Asociación Xuvenil Fogar da Xuventude y el en otro por la A.C. O Candil, participaron alrededor de una veintena de niños.

De lo más concurrida estuvo igualmente el belén viviente que programó la parroquia de San Vicente de Vimianzo tras la celebración de la misa solemne de las 12:30 horas.

 En este caso, un total de cuarenta y dos niños que participan en la catequesis se repartieron los distintos papeles y su buen trabajo fue reconocido con una larga ovación por los numerosos vecinos que asistieron a la celebración religiosa. 

El contenido de la representación giró este año en torno al tema de las tentaciones.