Los efectos del temporal Bert se dejaron sentir con fuerza en las distintas comarcas de la Costa da Morte durante toda la madrugada y la jornada del domingo, al punto de que lugares como Vimianzo registraron las rachas de viento más fuertes de toda Galicia, ni más ni menos que 157,3 kilómetros por hora, seguidas de los 130,3 de la estación coristanquesa de Río Sol.
El viento huracanado dejó tras de si numerosas incidencias, siendo la principal la caída de árboles, que obligaron a cortar bastantes carreteras secundarias hasta que los efectivos de emergencias pudieron retirarlos.
Uno de los percances más importantes se registró en la Autovía da Costa da Morte, a la altura del enlace de Nantón, en donde a primeras horas de la mañana un vehículo se empotró contra un eucalipto caído sobre el vial.
Los desperfectos en tejados fueron otra constante, movilizando desde muy temprano a los bomberos de los distintas parquees, que en algunos casos se vieron desbordados.
Fue el caso de los de Carballo, que además de atender a la zona de Bergantiños tuvieron que estar pendientes del ámbito geográfico dependiente del parque de Ordes, debido a que ayer domingo sus instalaciones permanecieron cerradas.
Tan solo en el municipio de la capital de Bergantiños se contabilizaron más de medio centenar de incidencias, entre las que también figuraron la caída de ornamentación navideña y de chapas y otros elementos de un buen número de tejados.
Coincidiendo con la celebración de la jornada de feria, uno de los arcos del alumbrado navideño de la calle Cervantes se vino abajo por la fuerza del viento, obligando a cortar la calle hasta que quedó expedita. En la Avenida das Flores otro arco colocado para las próximas fiestas tuvo que ser retirado antes de que se desprendiese por completo.
Hasta las 3 de la tarde los bomberos se dedicaron a retirar tejas, canalones, chapas y sombreros de chimeneas desprendidos de las cubiertas de distintos edificios del núcleo urbano y que, en algunos casos, entrañaban un peligro para los peatones. P
rotección Civil, por su parte, se dedicó sobre todo a la retirada de árboles en lugares como Nétoma, Noví-A Cesta, Lorenzo de Arriba...
En la rúa Loureiro también cayó un gran castaño y en el parque de San Martiño la fuerza del viento rompió otro árbol.
Además, Bert acabó de destrozar el ya muy diezmado y centenario carballo de Vilar de Francos, símbolo del Concello de Carballo, en cuya capital también sufrió daños la cubierta de la Biblioteca Rego da Balsa.
Incidencias similares se repitieron a lo largo y ancho de la Costa da Morte. El GES de Ponteco tuvo asimismo una jornada ajetreada por desprendimientos de tendidos y árboles sobre las carreteras Brantuas-Corme, puerto de Santa Mariña, Pazos-Xornes, Cundís (Cabana), etcétera.
Otro tanto le pasó a los bomberos y a Protección Civil de Santa Comba, municipio en el que las ráfagas de viento rozaron los 107 kilómetros por hora.
Las adversas condiciones meteorológicas de la jornada, unido a las alertas decretadas por la Xunta de Galicia, también llevaron a la mayoría de los concellos de la zona a decretar la suspensión de todas las actividades que iban a celebrarse al aire libre, motivo por el que ayer por la tarde los campos de fútbol de la zona permanecieron cerrados.