El gobierno malpicán cambió de planteamiento a última hora de la tarde del pasado domingo y decidió pasar a repartir agua embotellada por las parroquias mientras no se resuelva el problema de contaminación por trihalometanos que presenta la red municipal de abastecimiento.
El operativo de distribución por las poblaciones del rural se puso en marcha a primera horas de la mañana de este lunes y culminó pasadas las 17 horas. Del reparto se encargaron alrededor de una docena de trabajadores contratados por el Concello con cargo a programas como el Aprol Rural de la Xunta o el PEL de la Diputación, a los que se sumaron tres voluntarios de Protección Civil.
Los cuatro vehículos movilizados fueron repartiendo agua por puntos céntricos de Beo, Seaia, Barizo, Mens, Cerqueda, Santiso, Leiloio y Cambre. No se distribuyó en Buño, parroquia que cuenta con su propia traída vecinal.
Los responsables del departamento municipal de Servicios Sociales elaboraron una relación de personas dependientes y mayores que viven solos, a los que el personal de Protección Civil llevó agua personalmente.
El reparto de agua continuará, al menos, dos días más. Y es que este martes se desplazarán a Malpica técnicos de Sanidade para tomar nuevas muestras, pero los resultados no se conocerán hasta el día siguiente.
Desde el Ayuntamiento este lunes se retomaron los trabajos de purgado de la red en parroquias como Barizo y Leiloio después de que quedase demostrada la efectividad de este tipo de trabajos en las canalizaciones de distribución la capital del municipio.
Y es que en las analíticas realizadas con posterioridad a ese purgado se ha constatado que el nivel de trihalometanos ha bajado, aunque sigue estando por encima del máximo permitido.