La inmensa mayoría de los concellos de la Costa da Morte empieza el año 2025 sin los presupuestos aprobados, a pesar de que se trata del documento más importe de los consistorios. De momento sólo cuatro cuentan con este documento. Carballo, Cee y Vimianzo lo aprobaron antes de finalizar el 2024 y el pasado 2 de enero lo hizo Dumbría, por lo que todavía no está en vigor. En todos los casos se trata de cifras récord con respecto a anterior ejercicios.
Aunque hay varios concellos en minoría que dependen de sus socios de Gobierno para poder sacar adelante las cuentas, hay otros que tienen los votos asegurados, pero todavía tienen pendiente este documento. Es el caso de A Laracha, donde los socialistas urgen al alcalde que negocie las cuentas cuanto antes, sobre todo para solucionar el conflicto que mantienen con la Policía Local desde hace meses, lo que hace que no puedan prestar el servicio. De momento no hay fecha para que se aprueben las cuentas.
También en Camariñas, donde el Gobierno tiene mayoría, están sin el documento presupuestario, que tienen prorrogado desde el año 2022. La portavoz del Partido Popular, Paula Mouzo, insta al Ejecutivo a “poñerse a traballar” para que presente las cuentas cuanto antes. La edil critica que el Gobierno “tuvo tempo para subir os impostos, pero non para facer os orzamentos nin de 2023 nin de 2024”.
En el caso de los gobiernos en minoría tienen más dificultades para abordar este documento, aunque la intención es sacarlos adelante cuanto antes. El alcalde de Malpica, Eduardo Parga, reconoció que ahora tienen que negociar con todos los grupos de la oposición, puesto que tras la salida de Alfredo Cañizo del Gobierno han quedado en minoría. En cualquier caso, hace menos de medio año que se han aprobado las cuentas del 2024, con más de 6 millones de euros, lo que supuso un récord con respecto a ejercicios anteriores.
También en Muxía quieren aprobar las cuentas cuanto antes, tal como anunciaron cuando se produjo el cambio de Gobierno con la moción de censura. Aquí también deberán de negociar con todos los grupos, puesto que el acuerdo de Independientes, Partido Popular y BNG fue para desbancar al exalcalde socialista, Iago Toba, pero el Bloque no entró a formar parte del Gobierno, y el Ejecutivo se encuentra en minoría igualmente.
El regidor, Javier Sar, destacó que no han podido sacarlos antes porque su prioridad fue autorizar las facturas pendientes, que rondaban los 900.000 euros. Además, se han incorporado otras nuevas y ya se han pagado 1,4 millones de euros, según indicó el alcalde. Muxía también tienen sus cuentas prorrogadas desde 2022, de ahí que hubiese que presentar varias modificaciones de crédito.
El alcalde de Ponteceso, José Manuel Mato, confirmó ayer en Radio Nordés Cadena Ser que están trabajando en el presupuesto para este año, que confía en tener listo entre finales del mes de enero y principios de febrero. En estos momentos están en marcha varias obras, de ahí la necesidad de contar con las cuentas cuanto antes.
Fisterra es otro de los ayuntamientos que deberá negociar de nuevo las cuentas, al estar en gobierno en franca minoría. Cuando se debatieron las del año pasado ya se produjo una situación esperpéntica al votar un concejal en contra de sus propias cuentas, tras los desencuentros surgidos con la alcaldesa, Áurea Domínguez.
Respecto a los concellos que han aprobado el documento presupuestario en tiempo y forma, en todos hubo un notable incremento respecto al ejercicio anterior. Vimianzo fue el primero en aprobarlo, a finales del mes de noviembre. A pesar de la holgada mayoría del Gobierno, fueron respaldados por el PP y la abstención del BNG. En total superan los 9 millones de euros, siendo los más altos de la historia del municipio. Solo comparados con los del año 2022, han subido en un 50%. Para inversiones en infraestructuras se destinan cerca de 2 millones de euros.
En Cee se aprobaron el 17 de diciembre, con un importe muy destacado igualmente, que superó los 7,6 millones de euros. Para inversiones reales de destinarán algo más de 1,1 millones.
La Corporación de Carballo aprobó sus cuentas el pasado 19 de diciembre, rondando los 34 millones de euros y siendo también el más alto de la historia. De todas formas, el contexto económico está marcado por el importante incremento del coste de los servicios, lo que condicionará la distribución de los recursos.
Además, el Gobierno local afirmó que la cifra todavía podrá ser mayor si el Estado permite a los ayuntamientos incorporar el remanente de tesorería para gastos generales, tal como hace desde la pandemia.