El director general de la división Europa del Grupo Calvo, Enrique Orge, ha considerado que la guerra de Ucrania “ha hecho saltar el frágil equilibrio” de la industria conservera, porque complica el abastecimiento de materias primas y acentúa la subida de los costes de producción.
El Grupo Calvo mantiene sus planes de expansión internacional y previsiones de ventas, pero con preocupación por el impacto económico de la invasión rusa de Ucrania, que dificulta el aprovisionamiento de aceites vegetales y añade tensión a los precios de materias primas como el aluminio, según ha reconocido su directivo.
Orge ha analizado las previsiones de la empresa y del sector conservero en una entrevista con Efe antes de que el Grupo Calvo anunciara que este lunes cerrará su fábrica en Carballo por los problemas de entrada y salida de producto y materia prima a causa de la huelga del transporte.
El Grupo Calvo, con sede en Carballo, tiene centros productivos u oficinas en España, Italia, Brasil, Argentina, Guatemala y El Salvador, que comercializan conservas en 65 países y flotas que faenan en el Atlántico y en el Pacífico. Emplea a 5.000 trabajadores, la mayor parte en América, un 10 % en España (500) y cuenta con una flota de más de 400 colaboradores.
Orge ha subrayado que para las conserveras el principal problema originado por la guerra puede venir por la carestía de aceite de girasol que “ha desestabilizado” el mercado, ya que en otras variedades, oliva o soja, hay una “espiral de los precios”.
Ha mencionado también el encarecimiento del aluminio, uno de los metales más expuestos a las sanciones contra Rusia. “Ucrania y Rusia son claves en materias estratégicas para nuestra industria. La preocupación por los problemas de abastecimiento y la tensión sobre los costes se hacen inevitables”, ha señalado. “Se está hablando de un escenario de shock ante la escalada del precio de la energía. Y la industria conservera se ve directamente afectada por la tensión al alza de los aceites vegetales; un momento complicado porque las alternativas de origen y de producto son costosas y no son inmediatas”, según el directivo de Calvo.
Sin embargo, ha apuntado que antes de la guerra ya había un “frágil equilibrio” en la industria por la coincidencia en el tiempo del alza de materias primas básicas–el atún, el aluminio y el acero– , de los aceites y de los combustibles. “Todo en una fase de recuperación económica muy incipiente y factores que ya habían impactado en el precio y en la cesta de la compra”, según Orge.
No obstante, ha matizado que la empresa tiene flota propia y división de envases, lo que dará más margen de respuesta a la hora del aprovisionamiento y de la eficiencia logística, pero sin negar un escenario “imprevisible” que ha llevado a las patronales a pedir medidas extraordinarias para favorecer el aprovisionamiento de materia prima y poder garantizar la producción