El 20 por ciento de la población de Malpica que hace dos meses tuvo que dejar de beber el agua de la red municipal de abastecimiento por un problema de contaminación, desde este jueves ya puede volver a consumirla y utilizarla para preparar alimentos.  A lo largo de la mañana responsables de la Consellería de Sanidade comunicaron al alcalde, Eduardo Parga, la esperada noticia: que el agua de los depósitos de Monte Neme y Nariga vuelve al ser potable.

A media mañana personal del Concello empezó a repartir bandos para informar a los vecinos de las cuatro parroquias afectadas: Leiloio, Cambre, Mens y Barizo. De todas formas, el ente local optó por mantener el reparto de agua embotellada en esas parroquias tal y como estaba programado, por si algún vecino no se enteraba de que el agua de la traída municipal volvía a ser potable y para que los propios trabajadores encargados del reparto transmitiesen la noticia.

En uno de los dos bandos distribuidos se detallan los núcleos de Cambre y Leiloio que recuperan la normalidad en el servicio. Son los de Brión, Cambre, Empalme, Feira Nova, Pedrosa, Trémoa, Piñeiro, Rabuceiras, Vilar, O Castro, Choupana, Oratorio y Pernes. A todos ellos se les da suministro a través del recipiente de Monte Neme,  mientras que desde el depósito situado en los montes de Nariga se abastece a todos los lugares de las parroquias de Mens y Barizo.

Parámetros bajos

Las últimas analíticas realizadas por Sanidade reflejan que los parámetros de trihalometanos están muy por debajo del tope máximo autorizado de 100 microgramos por litro, al punto de rondar prácticamente la mitad. Estos resultados no hacen más que confirmar los que se obtuvieron en las distintas analíticas realizadas la semana pasada.

El episodio de contaminación  en la red de abastecimiento de Malpica obligó al Concello el pasado 13 de agosto a pedir a la población que dejase de utilizar el agua para el consumo humano. 
Las reiteradas purgas y limpiezas realizadas tanto en la red como en los depósito, así como las mejoras introducidas en los filtros y equipos de cloración de la potabilizadora, propiciaron que el 25 de agosto se recuperase la normalidad en el depósito de Pedra Queimada, del que depende cerca del 70% de la población. 

El 2 de septiembre también se dejó atrás el episodio de contaminación en el depósito de As Papeiras, con lo que quedó garantizado el abastecimiento de en torno al 80% de la población. Bastante más tiempo llevó conseguir que el agua volviese a ser potable en los recipientes de Monte Neme y Barizo,  a pesar de las mejoras introducidas en el primero de ellos.