El turismo en la Costa da Morte suele repetir el mismo patrón todos los años por estas fechas. Dependiendo de la zona, hay mayor o menor ocupación días clave como Nochebuena o Nochevieja, pero la actividad turística en esta temporada nunca se asemeja a la que hay en época estival. Es por eso que, en invierno, los visitantes que se acercan hasta estos acogedores municipios, suelen buscar escapar de los masificados e incesantes planes de la ciudad en época navideña.

Las cabañas Narea de Laxe, el hotel Balarés en Ponteceso, el hotel Punta del Este en Carballo o los bungalows Espazo Nature en Razo son algunos de los destinos donde los turistas han decidido hospedarse. Cabe destacar que los alojamientos con perfiles diferenciadores con oferta gastronómica potente, spa  o jacuzzi, vistas espectaculares o ambiente sosegado tuvieron mucho éxito. 
Víctor Basante, chef del hotel rural Arrueiro en Laxe, comenta que incluso han preparado packs de alojamiento y restauración para regalar en estas fechas. Ubicados en un entorno con encanto, ofrecen una estancia rodeada de naturaleza y tranquilidad.

Rafael Varela, uno de los promotores del Hotel Boutique Balarés ubicado en Ponteceso, asegura que la experiencia no solo culinaria que ofrecen, sino también como enclave natural, “es un placer para los cinco sentidos”. Asimismo, afirma que existen incontables perfiles gastronómicos, pero ellos ponen todo su cariño para que su restaurante sea de lo más familiar y acogedor y un lugar donde “poder disfrutar de la materia prima que nos distingue, con los sabores más autóctonos y genuinos”.
José Rodríguez, director de las cabañas Narea situadas en la playa de Laxe, sostiene un aumento en la ocupación de sus alojamientos en Nochebuena con respecto al año pasado. Y agrega que, bajo su punto de vista, esto se debe a un notable incremento del turismo a “casitas o cabañitas pequeñas” pospandemia.
Begoña, de Espazo Nature, comparte que este complejo sostenible ubicado a 5 minutos a pie de la playa de Razo, en Carballo, sigue en crecimiento desde su apertura en junio de este año pasado. Y aunque las navidades han sido tranquilas, en verano tuvieron una muy buena acogida. Además de tener variedad en sus alojamientos (villas, bungalows, glamping), garantizan ofrecer una experiencia culinaria única.

Oferta diferenciada

Por otro lado, en cuanto a las tendencias de este año en el sector turístico durante esta época festiva, se puede confirmar que los visitantes procedían en su mayoría de otras ciudades de territorio nacional, pero que también ha habido un abultado porcentaje de turistas extranjeros. Las provincias de procedencia de turistas nacionales más repetidas han sido Asturias, Madrid, Valencia o Granada. Por otra parte, los viajeros extranjeros que nos han visitado provenían sobre todo de países como Alemania, Suiza, Inglaterra, Estados Unidos o Argentina. Es más, Rafael Varela, del hotel Balarés, ratificaba que el 40% de su clientela durante estos días ha sido internacional.

Además, el turismo por estas fechas en la Costa da Morte continúa siendo generalmente familiar o de parejas, y la estancia máxima no supera las tres noches. Eso sí, el gasto medio por persona se incrementó debido a la subida de las tarifas necesaria que debieron hacer los negocios.
Jesús Picallo, presidente de la Asociación de Empresarios del Camino de Santiago a Fisterra y Muxía (Solpor), está convencido de que en estas fechas tradicionales, “microhoteles, cabañitas y casas con encanto” ayudan a aumentar el turismo en las zonas de Muxía y Carnota, así como en la totalidad de la Costa da Morte ofreciendo un “turismo de experiencias”. El también vicepresidente del Clúster de Turismo de Galicia se muestra positivo ante los continuos y grandes retos que suponen los cambios en la industria turística, y confía en que la ocupación hotelera de la comarca crezca para este 2025.
A su vez, Pepe Formoso, presidente de la Asociación de Profesionales del Turismo de la Costa da Morte (APTCM), destaca tres cualidades por las que es imprescindible visitar la Costa da Morte: “naturaleza, autenticidad y gastronomía”. Lugares emblemáticos como el Faro Fisterra o la belleza de un paraje natural como la playa de Carnota, que “inexplicablemente para muchos es una gran desconocida”, no pueden dejar de visitarse. 

Además, el responsable de APTCM añade que desde esta entidad “se está trabajando con los empresarios con el fin de ofrecer un único producto en la comarca” que aumente la oferta y genere más tráfico turístico. Asimismo, asegura que van por el buen camino y se muestran optimistas a pesar de la “falta de recursos económicos” y de seguir en el proceso de dar forma a una herramienta tan potente como es la página web: “estamos poniendo todo de nuestra parte y juntos llegaremos a ese objetivo común”.