Enhorabuena. Han superado otras navidades. Con sus comilonas interminables, su contención para mantener la armonía familiar en la sobremesa, sus esfuerzos para no ser engullido por las mareas de compradores, sus bares impracticables... y que sea así por mucho tiempo. Que para estar instalados en el sosiego ya tenemos el resto del año. Feliz vuelta a la rutina.