Cuando uno se decide a hacer obras sabe que lo primero que tiene que asumir es que siempre serán más largas de lo previsto. Esto es así, y punto; como una especie de ley no escrita. Por eso, que nos digan que la remodelación de los Cantones va a durar cuatro meses menos de lo que se había establecido es para aplaudir fuerte. Y aún más si se cumple.