Si hay algo que se repite todos los veranos en las playas de la zona son las picaduras de escarapote, el rey de los incordios para los bañistas. Así lo reflejan los balances de los servicios de salvamento: el carballés atendió a 288 personas, la mayoría por estas picaduras y pequeños cortes, y el de Caión afrontó otras 124, más de la mitad por lo mismo.