La temporada de eventos y celebraciones, desde bodas -o comuniones- hasta fiestas privadas, está a punto de comenzar. La primavera marca el inicio de la época fuerte de este tipo de encuentros, gracias al buen tiempo y a los periodos vacacionales, más propensos a las reuniones sociales.
En los últimos años, las celebraciones nupciales han evolucionado hacia la personalización y la originalidad, dejando a un lado las celebraciones clásicas. Este año, las bodas no convencionales son tendencia, con menús informales, ceremonias íntimas y fiestas separadas al día siguiente.
Sea cual sea la celebración, es importante tener una visión panorámica del evento para no perderse ningún detalle. Las wedding planners desempeñan un papel esencial en los eventos, no solo ofreciendo servicios de decoración, sino también coordinando cada detalle del gran día. Los adornos florales son un elemento imprescindible que nunca debe pasarse por alto. La decoración del lugar de la ceremonia no solo es una declaración de estilo, sino también un indicio del ambiente que los invitados pueden esperar en el resto del evento. Es recomendable visitar el lugar de la celebración con antelación para visualizar y asegurarse de que cada detalle esté perfectamente colocado en su sitio.
Las técnicas y los estilos en fotografía y vídeo han variado mucho en los últimos años. La era de las poses rígidas y las composiciones artificiales dio paso a la moda de las fotos naturales y sin posados. Esta evolución refleja un cambio en las preferencias estéticas, pero también una búsqueda de aquellos momentos más emotivos y auténticos. Este enfoque no solo crea imágenes visualmente atractivas, sino que también permite revivir la esencia de ese día especial a través de las fotografías.
Además del estilo fotográfico, la ubicación para la sesión de fotos es otro aspecto crucial a considerar al planificar un evento. Dependiendo de la locación de la celebración, se puede optar por realizar la sesión en el mismo lugar del evento o elegir un entorno externo que se adapte a su personalidad.
La elección del restaurante para el día del banquete no es una decisión que deba tomarse a la ligera. De hecho, puede llegar a definir la fecha de la boda. En el mundo de las celebraciones nupciales, los lugares suelen estar reservados con mucha anticipación, lo que significa que los novios deben planificarse con bastante tiempo para asegurar su ubicación ideal.
Es importante que el menú sea acorde a la temática de la boda. Existen otras alternativas más allá de la comida tradicional, se puede optar, por ejemplo, por una comida o cena tipo buffet. En los últimos años, ha surgido una tendencia por la que cada vez más parejas apuestan: la de incluir un 'food truck' durante el cocktail o la fiesta. Actualmente, no hay nada escrito en lo que a la organización de una boda se refiere.
En cuanto al look nupcial, los vestidos de novia con inspiración medieval están en apogeo, con siluetas amplias, sobrecotas, mangas perdidas y mangas de ángel, junto con escotes en pico y talles muy altos. El contraste de texturas y los detalles artesanales seguirán teniendo una gran importancia en los vestidos. Los mini vestidos se han convertido en la opción perfecta para una preboda, una postboda o como segundo look de boda. Las colecciones nupciales también dan una oportunidad a los lazos, que se colocan en diversas ubicaciones del vestido de novia, desde el cuello al hombro.
El color rojo seguirá siendo el protagonista en los looks de las invitadas, un tono que simboliza pasión y energía perfecto para aquellas que desean destacar. Los flecos regresan con fuerza esta temporada, agregando movimiento y sofisticación a los vestidos. Los conjuntos de dos piezas, por su parte, se posicionan como una de las principales tendencias esta temporada.
Una comunión, un bautizo o una graduación no requieren looks tan arreglados como una boda. Los grandes protagonistas seguirán siendo los estilismos de dos piezas -con pantalón o falda- y los vestidos de corte midi o con largo por la rodilla. Las tonalidades claras, de matices pastel, son los más apropiados para estos eventos.
El bautismo, un sacramento significativo en muchas tradiciones religiosas, otorga gran importancia a la vestimenta que se utiliza en ese evento. El ropón es una prenda tradicional que se pone a los bebés el día de su bautizo, los hay de diferentes estilos, desde los cortos y muy sencillos hasta los que les cubren hasta los pies. Más allá de su aspecto estético, la ropa de bautizo está cargada de simbolismo, desde los colores y materiales hasta los diseños y detalles.
Los colores desempeñan un papel fundamental, cada uno con su propio significado simbólico. El blanco representa la pureza y la inocencia. El marfil, o el color crema, también pueden emplearse para simbolizar la pureza. En cuanto a los materiales, el lino es utilizado por su pureza y frescura, mientras que el algodón, se elige por su suavidad y comodidad. En la antigüedad, todo aquel que iba a ser bautizado tenía que usar un vestido nuevo y blanco antes de unirse a los otros fieles en la Iglesia.
Otra de las piezas esenciales del traje de bautismo es el gorro o capota que cubre la cabeza del bebé. Esta capota simboliza al Espíritu Santo, representada como una paloma en las imágenes de bautismo.