El papa Francisco no leyó este miércoles la catequesis de la audiencia general por sufrir "un fuerte resfriado" y pidió disculpas a los fieles reunidos en el aula Pablo VI del Vaticano.
"Pido perdón, pero con este fuerte resfriado me es difícil hablar", dijo el papa, que pidió a un colaborador, el sacerdote Pierluigi Giroli, funcionario de la Secretaría de Estado, que leyese su catequesis durante la audiencia.
En los últimos días el papa había aparecido ya algo resfriado, pero ha participado en todos los actos previstos y leído sus discursos.
Francisco sí leyó los saludos a los fieles de los varios grupos lingüísticos y también la síntesis en español de la audiencia.
"Os animo a rezar por los sacerdotes y consagrados que desempeñan su ministerio en países pobres y devastados por la guerra, especialmente en Ucrania, Oriente Medio y la República Democrática del Congo. Para muchos, esta presencia es la prueba de que Dios siempre se acuerda de ellos", leyó el papa durante su saludo a los fieles de lengua polaca.
El pasado diciembre, también por un resfriado, el papa no leyó su catequesis de los miércoles y posteriormente tampoco se asomó a la ventana del Palacio Apostólico para rezar el Ángelus, que celebró en la capilla de su residencia, la Casa Santa Marta.
En aquella ocasión, el Vaticano explicó que era una medida también en vista de los compromisos que tenía previstos en esos días por las celebraciones navideñas.
En el pasado, el pontífice argentino ha sufrido algunos problemas de gripe y respiratorios que incluso le obligaron a estar en marzo de 2023 ingresado tres días en el hospital Gemelli de Roma.