125 años cuidando los ojos de los ferrolanos

125 años cuidando los ojos de los ferrolanos
Beatriz, Juan José y Rafael, propietarios de Óptica Martínez Pardo. I CEDIDA

En el año 1898 José Martínez Pardo abrió uno de los locales con mayor bagaje histórico de la ciudad de Ferrol. Después de 125 años de trayectoria como establecimiento de óptica y relojería, son los bisnietos de Martínez Pardo (Rafael y Beatriz Martínez Bermúdez) quienes, con dedicación y amor por la tradición familiar, siguen al frente de este negocio, manteniéndolo abierto y preservando así, un legado que perdura a lo largo de varias generaciones. La óptica Martínez Pardo está ubicada en el número 111 de la calle Real. 


Juan José Martínez Sisto, padre de Beatriz y Rafael Martínez Bermúdez, a la edad de 75 años, sigue guiando este negocio que nació de una tienda de máquinas de coser. “Por sus antecedentes familiares, uno de los artículos que puso a la venta fueron las máquinas de coser que su padre había hecho artesanalmente en el año 1868, la primera de aquellas máquinas que se fabricó en Galicia, y por la que obtuvo un premio regional en el año 1875”, afirman desde Martínez Pardo. 

 

El establecimiento, por aquel entonces, vendía relojes de pared, de bolsillo y de pie y también espejuelos para conseguir ver mejor. En el año 1920 su hijo Santiago Martínez y Pardo de Andrade se incorpora al negocio y gracias a la fluidez del trabajo acceden a nuevos conocimientos, instrumentos y técnicas de graduación de la vista. 

 


En 1953, se produjo un hito tecnológico en la ciudad de Ferrol: la presentación de los primeros audífonos. A pesar de sus dimensiones iniciales de 12 x 6 cm, que resultaban imponentes para la época, muchos decidieron adoptarlos con la esperanza de recuperar el oído.  

 

En los años 50, Santiago Martínez accede a la escuela de Óptica Daza de Valdés en Madrid y obtiene en 1955 su diploma de “Ópticde Anteojería”. Ya en el año 1968 se incorporó al negocio la tercera generación: en esta ocasión su hijo Juan José Martínez Sisto, que contaba ya con los títulos de Perito Mercantil y de Óptico de Anteojería. 

 

En el año 1998, cuando se cumplía el centenario de apertura, y tras situarse entre las doce ópticas en ejercicio más antiguas de España, procedió a una remodelación integral: en la estructura, en la tecnología, en el mobiliario y en la decoración. “Con una gran satisfacción, Juan José celebró la reinauguración y el centenario con muchos compañeros de su colegio profesional, además de autoridades administrativas, empresariales y económicas”, añaden desde Martínez Pardo. 

 

En el año 2002 se incorpora su hija Beatriz, ostentando el diploma de Óptico-Optometrista, y en el año 2006 lo hace su hijo Rafael, aportando la titulación de Técnico Superior en Audioprótesis. 

Tras 125 años, Martínez Pardo sigue apostando por ofrecer una trayectoria impecable en el mundo de la óptica con dedicación y calidad. 

 

 

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