Trenes entre retrasos y bonos

Raro es el día en el que no se produce alguna noticia negativa relacionada con la red ferroviaria gallega y la que parte desde nuestros límites geográficos a tierras de la meseta y otros puntos del país. Una vez más tengo que volver a criticar las dificultades que están teniendo convoyes ferroviarios para llegar a su hora, lo que produce entre el pasaje momentos de tensión. En las estaciones las esperas se eternizan y en la gran mayoría de las ocasiones los usuarios no reciben las respuestas adecuadas para conocer a qué se deben los reiterados retrasos en el convoy o que este salga más tarde de lo fijado en la hora inicial.


Hace tan solo unos días tuve que viajar a Madrid y utilicé uno de los trenes que desde Santiago enlazan con la capital de España. El convoy procedía de Vigo y en el vagón que me tocó coincidí con un compañero periodista que me comentó que por motivos profesionales tiene que viajar entre dos y tres veces por semana a Madrid. Me dijo que las dificultades siguen siendo muchas, aunque, señaló, que van disminuyendo y que los retrasos van siendo menores con  el paso de los meses. Para mi compañero la picaresca para conseguir billetes está a la orden del día. Se utilizan todo tipo de triquiñuelas para alcanzar la meta, aunque sea tramo a tramo, y disponer de billetes y llegar a Chamartín.


El tema de la puntualidad sigue estando presente y creo que ahora lo estará mucho más al volver a los tiempos tradicionales de los retrasos para que se produzcan las devoluciones económicas de los billetes. Ahora los retrasos horarios estaban fijados demasiado al alza, eran abusivos y prácticamente no se producían devoluciones económicas.


A este tema tenemos que añadir ahora lo relacionados con los bonos gratuitos previo pago de 20 euros y con devolución si se hace un número determinado de viajes siempre en la misma ruta. El ministro del ramo Puente acaba de anunciar que con la llegada del nuevo año estos bonos de la gratuidad ferroviaria en trenes regionales, de cercanías y media distancia desaparecerían. Que se estudian fórmulas económicas para la venta de bonos especiales. El tema es preocupante como lo reflejaban dos universitarios que desde Vigo viajaban a Santiago para asistir a clases y que no sabían cómo iban a hacer en el mes de enero.


Mencionaban que no disponían de un piso o habitación compartida en Compostela y con lo avanzado del curso era auténticamente quimérico encontrar uno. Muchos de estos universitarios llenan diariamente los trenes con destino a Pontevedra, Santiago o A Coruña, para acudir a los campus universitarios. Y ahora con las nuevas medidas les van a salir tan caros los bonos con el alquiler de una vivienda, en caso de que la encuentren…


Sobre este particular se anuncian posibles movilizaciones. Son miles de viajes de universitarios los que corren peligro. La solución en verdad que no es nada fácil.

Trenes entre retrasos y bonos

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