Sánchez ha perdido el norte, la brújula y el sentido común, si es que lo tuvo en algún momento. A la sombra de la maldita Dana que atacó con virulencia extrema a nuestros compatriotas valencianos, fundamentalmente, y que enseñó sus garras en Castilla la Mancha y Andalucía, propone un chantaje a la derecha para que le aprueben los presupuestos para mantenerse en Moncloa un poco más. Parece que su mayoría Frankenstein hace aguas y que no cuenta, el presidente, con los votos suficientes para sacar adelante los presupuestos. Miente al decir que es necesario para hacer frente a los costes de reparación de los daños, no lo es, él sabe muy bien hacer Decretos Ley para aprobar lo que quiera y que, si hace falta hacer alguna modificación presupuestaria, para ello cuenta con los votos de la oposición. Pero vamos a ver señor presidente, si sus socios no confían en usted para aprobarle unas cuentas públicas, ¿cómo puede pretender que la oposición confíe en quien tantas veces ha engañado a todos los españoles? Mintió también cuando se victimizó por un supuesto “palo en su espalda” que dice que le dieron cuando quiso usar al Rey como escudo en su visita a la zona cero, las imágenes le desmienten, el palo dio en la espalda de un escolta, a usted ni le rozó. Tampoco dijo la verdad cuando quiso utilizar el comodín de la extrema derecha, los identificados en esos disturbios son personas del pueblo y sin ningún vínculo político, solo eran personas cabreadas que entraron en indignación cuando vieron que llegaban antes los políticos a hacerse la foto que las ayudas que precisan. Y como si esto no le llegara para completar su agenda, insultó al nuevo presidente de los Estados Unidos para completar una agenda internacional que pasa por Argelia, Israel, Argentina, Venezuela y ahora EEUU. A este paso nos vamos a quedar sin amigos por el mundo adelante. La guinda la puso cuando dirigiéndose a los valencianos les espetó: “Si necesitan recursos, que los pidan”. Cierren los ojos un momento e imagínense en el mar ahogándose cuando se acerca una balsa salvavidas y a bordo un artista que les dice: “Si necesita ayuda, pídala”. Pienso que en ese momento salgo del agua para darle un bofetón al idiota que, mientras ve cómo me ahogo, me pregunta si necesito ayuda. España no está en buenas manos, los ladrones de los ERES indultados, los violadores saliendo de prisiones, los etarras reduciendo sus penas, Koldo y su panda, Ábalos y Begoña incluidos, Aldama en la cárcel y Otegui celebrando sus éxitos a la cara de las víctimas de los asesinos. Esto no es normal ni puede serlo, los españoles hemos de hablar en las urnas para corregir un rumbo que nos lleva directos al precipicio ante la pasividad del que está al timón. Todo parece darle igual con tal de mantenerse en su sillón presidencial y esto no puede ser. Lo sucedido en Valencia con la inoportuna visita, es un reflejo del enorme cabreo que recorre España de norte a sur y alargar los tiempos solo puede suponer incrementar el hartazgo y la indignación de la ciudadanía. Sánchez ha llevado al PSOE a un túnel sin salida, lo ha desnaturalizado para convertirlo en no se sabe qué. La social democracia está huérfana en España y es hora de preguntarse si queda alguien en el partido socialista dispuesto a salvar los muebles o están todos conjurados para un suicidio colectivo. Sánchez, ha perdido el norte.