La galería José Lorenzo- La Marina ofrece una exposición colectiva, centrada en la figura humana y el costumbrismo, con obras de grandes pintores del siglo pasado, como Colmeiro, Maside, Souto, Vela Zanetti, Sucasas, Lugrís o Xosé Luis de Dios, quienes, en una época marcada por profundos cambios estéticos se mantuvieron dentro de la figuración, pero proponiendo un nuevo modo de mirar, como muy bien subraya David Ferreras, el director de la galería. De Colmeiro (Salvaterra (1901-1999) se expone la obra “Lavandeiras”, en la que se representa a tres mujeres, en un espacio idílico de frondosos árboles verdes, afanadas junto a un pilón de lavar. La “Lareira” de Carlos Maside (Ponteares, 1897- Santiago, 1958) nos lleva a una típica cocina de la Galicia campestre, de terrosos tonos cálidos, en la que cinco mujeres se afanan en los trabajos del día. Pesqueira ( Pontevedra 1911-1988), con su “Figura sentada” hace un retrato de mujer, configurada con su característico expresionismo de abultadas carnaciones. La obra de José Frau ( Vigo 1898- Madrid 1976) representa un oscuro interior entre cuyas sombras aparece sumida una joven, lo que contrasta con un gran lienzo azul que cuelga del techo y el profuso y colorido bodegón que descansa sobre una mesa. El cuadro “Lume” de Camilo Díaz Valiño nos sitúa en un espacio simbólico, donde un perfil femenino parece gritar a la orilla de un camino entre dos negras montañas que apunta a un horizonte inflamado de rojo. “Pareja” de Arturo Souto pinta, sobre fondo gris oscuro, una especie de payaso vestido de rojo junto a una joven que toca un instrumento de cuerda. La obra de Antonio García Patiño ( A Coruña 1932-2010) constituye un ejemplo de su singular modo de composición por medio de planos hechos con un entresijo de gruesos y grises trazos quebrados. Ismael González de la Serna ( Granada 1898- Paris 1968) nos acerca a una misteriosa y compleja escena de tema esotérico, en la que aparece un echador de cartas de tarot, enanos, un diablo cornudo y otras criaturas singulares. La “Marina” de Urbano Lugrís (A Coruña 1908-1973) es uno de esos típicos escenarios suyos donde aguarda lo maravilloso. A los amplios y dorados campos de Castilla nos lleva Vela Zanetti (Burgos 1913-1999), con su obra “Segadores”. “Mujer” de Bordelll (Lugo, 1962) es un desnudo anticanónico donde lo que cuenta es la rotundidad de los planos. “Vendimia” de Virxilio Fernández ( Ourense, 1925- 2011) recoge dos mujeres y una niña, con sus típicas ornamentaciones. Una escena jocosa, un tanto laxeiriana, aparece en el cuadro de Manuel Torres (Pontevedra 1901-Marín 1995). Dos obras de Rafael Úbeda (A Cañiza, Pontevedra 1932) representan a unos saltimbanquis y a un músico tocando una especie de cítara. De Juan Garcés (Marín 1935- Madrid 2014) hay dos enigmáticos rostros de mujer.Tres obras de Sucasas (Lalín, 1940- 2012) reflejan sus típicos paisanos. En el óleo de Xosé Luis de Dios(Ourense 1943- Tuy 2010) se une el encuentro amoroso con la pintura.