El milagro obraba de nuevo en Laxe este 17 de agosto y la Virgen del Carmen devolvió la vida a Ángel. Él fue el único de los marineros que no pudo sobrevivir al naufragio y sus compañeros lo depositaron a los pies de la Virgen implorándole su intercesión. La patrona de los hombres del mar se apiadó de él y Ángel Lema se levantó mostrando su agradecimiento, al igual que sus compañeros, entonando la Salve Marinera.
El ritual del Naufraxio se repetía esta jornada, seguido por cientos de personas, que se agolpaban en el puerto para disfrutar del evento bajo un sol de justicia. Los náufragos pidieron ayuda al volcar su lancha y luchaban por llegar a tierra. Ángel Lema fue el único que no lo consiguió, y después de volver a la vida reconocía la emoción de este momento y la especial intensidad con el que lo viven las gentes del mar. “Estes días son así, de moita emoción, e cando che vai faltando xentiña, aínda máis”, indicaba el joven náufrago. “Son momentos nos que sempre de acordas da xente que falta”, añadió. En su caso, perdió a su padrino hace poco de enfermedad y ayer lo tenía muy presente en el acto, en el que empezó a participar con 14 años, cuando comenzó a trabajar en el mar. También le tocó hacer de náufrago en otra ocasión hace años.