La subida en procesión de la Virgen al santuario de Caión el domingo marcó el inicio de la romería de los Milagros en la villa larachesa y con ello, la llegada de los romeros. Aunque la mayor afluencia de peregrinos será el próximo fin de semana, el goteo de caminantes se repetirá todos los días, tal como se podía ver en la jornada de este lunes.
Los romeros proceden de lugares muy diferentes y también muy diferentes son los motivos que les llevan a ello. La salud es casi siempre el denominador común por el que los fieles se encomiendan a la Virgen milagrosa para pedirle su intersección. Intervenciones quirúrgicas, enfermedades degenerativas, problemas mentales, de visión, de una pierna, un brazo... Cada uno hace su petición a la Virgen, tanto a modo particular como pidiendo por un ser querido.
Así, las ofrendas de cera continúan siendo las más llamativas cada año. Alrededor del santuario se sitúan los puestos con piezas de lo más variado, desde cuerpos enteros de cera a piezas sueltas como extremidades o cabezas, dependiendo de la dolencia de los devotos. El ritual se repite en cada jornada, obsequiando a la Virgen con las partes de cera y limosnas.