Las altas temperaturas de este primer día de octubre no fueron un impedimento para Festa da Fabada de Paiosaco, en el municipio larachés, sino más bien todo lo contrario. Poco después de las dos de la tarde no quedaban más raciones para servir a los clientes. Sólo unas pocas tapas a repartir entre los miembros de la organización, que desde las cuatro de la mañana estaban en pie para tener todo listo a primera hora de la mañana.
La fabada arrasó en este domingo de otoño en el calendario, pero de pleno verano en la práctica, con un calor sofocante rondando los treinta grados en las horas centrales del día. La carpa se quedó pequeña por momentos para atender a la gran cantidad de gente que llegaba para probar el plato. El reparto de raciones, a 13 euros, y de tapas a 5 fue constante desde las nueve de la mañana. Los más madrugadores ya empezaban desayunando fabada, ya así durante toda la mañana.
A las cuatro de la madrugada se pusieron al fuego 18 recipientes de mayor tamaño que los 20 habituales, y el ejército de una treintena de directivos y voluntarios empezó la faena. En las ollas, casi 400 kilos de fabas de la actual cosecha, aderezadas con costilla, chorizo y todo tipo de condimentos, que supieron a poco.