Raquel Sánchez anuncia ceses en Renfe y Adif por el error en el ancho de los trenes

Raquel Sánchez anuncia ceses en Renfe y Adif por el error en el ancho de los trenes
La ministra de Transportes, Raquel Sánchez, esta mañana en Castro Urdiales / EFE/Miguel Ramos

La ministra de Transportes, Raquel Sánchez, ha anunciado este sábado "ceses inminentes" en Renfe y Adif por el error en las determinaciones técnicas de los nuevos trenes de cercanías destinados a Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco, y ha asegurado que el nuevo modelo estará diseñado en verano, para empezar a fabricarlo inmediatamente.


El Ministerio va a constituir un grupo de trabajo para hacer un seguimiento de todo el proceso y ha encargado ya una auditoría interna en Renfe y Adif para "poder determinar con mayor detalle cuando se produjo ese error".


"No me va a temblar la mano para depurar responsabilidades y evidentemente se van a producir ceses inminentes tanto en Renfe como en Adif para asumir las responsabilidades de este error", ha dicho durante una visita a Castro Urdiales la ministra, que ha trasladado "un mensaje de disculpa" a los cántabros.


Según Raquel Sánchez, se van a tomar "tomar todas las acciones que sean necesarias para poder acortar el retraso que se va a padecer en la entrega de esos trenes", que, como ha aclarado, aún no estaban fabricados.


El error se advirtió en la fase de diseño de las nuevas unidades, que por sus dimensiones no caben en los túneles.


"Partimos de una situación previa de 40 años en los que no se habían renovado los trenes en este país y ha sido este gobierno el que ha puesto encima de la mesa y esta ejecutando un plan de renovación de los trenes de más de 3.000 millones de euros", ha reivindicado.

 

Más de treinta trenes

Además de los 31 trenes para las líneas de ancho métrico de Renfe, gestionadas anteriormente por Feve (Galicia, Asturias, Cantabria, Castilla y León y País Vasco), el pedido incluía un segundo lote de otras seis unidades para renovar íntegramente la flota de Cercedilla-Cotos de la sierra madrileña que lleva más de 40 años en funcionamiento.


El volumen total de la operación se situaba para CAF por encima de los 250 millones de euros.


Tras adjudicarse el pedido, CAF informó a Renfe de la posibilidad de que la infraestructura no cumple los gálibos publicados por Adif, extremo que fue confirmado posteriormente, de acuerdo con el informe.


Concretamente, la infraestructura actual incumple en numerosos puntos los gálibos GEE10 y GED10 definidos para actuaciones de nueva construcción o de acondicionamiento en la Instrucción Ferroviaria de Gálibos de la AESF.


Ante ese problema, se consideró, primero, aplicar los gálibos establecidos en la instrucción sobre la situación real de la infraestructura, con los datos facilitados por Adif.


Sin embargo, esa decisión conllevaría la fabricación de un tren con unas dimensiones notablemente inferiores a las de los trenes actuales a los que iba a sustituir, por lo que se consideró inasumible, ya que empeoraría las prestaciones a los viajeros.


Tras diversas reuniones y comunicaciones internas entre Renfe y Adif, en las que participaban CAF y la AESF, se plantearon tres posibles alternativas de solución, siendo una de ellas la adaptación de la infraestructura en los puntos en los que existen interferencias, lo que, sin embargo, podría devenir en unos plazos largos de ejecución y unos costes elevados.


También se valoró aplicar una excepción a la Instrucción Ferroviaria de Gálibos en los puntos con interferencias, autorizada por la AESF o bien emitir una nueva específica para la red de ancho métrico, aunque, finalmente, se ha optado por el denominado “método comparativo”, que si bien está descrito en la norma europea, no está regulado en la española.


Para poner en marcha el método comparativo, que consiste en la utilización como base de un tren que actualmente circula por las líneas de ancho métrico como referencia, CAF va a contratar una empresa especializada en su aplicación y en la adaptación del proyecto al resultado del análisis.


Renfe pondrá a disposición un tren para realizar el trabajo de medición y seguimiento del proyecto (lo que requerirá una modificación contractual), mientras que Adif aportará los datos de caracterización de la infraestructura y compromiso del mantenimiento de la misma en los mismos parámetros, y la AESF autorizará normativamente la aplicación del método comparativo y desarrollará los procedimientos.


Adif, Renfe, la AESF y CAF esperan que el retraso en la modernización del servicio de ancho métrico se vaya a minimizar todo lo posible con estas decisiones tomadas en su última reunión cuatripartita.


Los trenes que fabricará CAF serán así similares a los que circulan ahora en cuanto a medidas, pero, al ser nuevos, ganarán en su diseño interior, confort y tecnología, entre otros aspectos. 

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